POR JOSÉ ANTONIO FIDALFO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Xosé-Nel Valdés Martínez, fiel lector de mis «histories», me sugiere un comentario acerca de la palabra concejal, aplicada no en sentido político de munícipe sino con destino gastronómico o culinario. Y un servidor, que tiene como personaje idealizado a Giovanni Pico della Mirándola (1463-1494), aquel sabio humanista italiano que le gustaba discutir «de omni re scibili et de quibusdam aliis», pues me puse a investigar al respecto.
Les cuento lo que encontré.
En el precioso libro del periodista Carlos Cuesta, «¡Qué bien se come en Las Cuencas» (MADÜ. Oviedo 2005), leo en las páginas 93-94 que en el lavianés «Lagar de Armando Palacio Valdés», de Entralgo, ofertan «buena sidra y buenas viandas como, por ejemplo, LOS CONCEJALES, bacalao rebozado y frito, que en este local y por extensión en todo el concejo de Laviana tienen carta de naturaleza.
Al ver esto recordé que tales CONCEJALES están muy relacionados con los andaluces y madrileños SOLDADITOS DE PAVÍA, fritos de bacalao rebozado adornados con una tira fina de pimiento asado, que recuerda al uniforme de paseo de los soldados del batallón de Húsares de Pavía, asiduos comensales de una taberna que existía en la madrileña calle de Tetuán.
La foto que acompaña a este comentario es un retrato que hizo Sorolla al rey Alfonso XIII con el uniforme de gala de Húsares.
Bueno, pues cuando era feliz con mi descubrimiento me encuentro, ¡oh maravilla!, que CONCEJAL es también nombre que se da en ORIHUELA (Alicante) a una dulcería, especie de bizcocho seco con una crema que acompaña excelentemente a chocolates, cafés, etc. Así me lo informaron gentilmente en la confitería EL ANGEL, de esa ciudad alicantina, a la que desde aquí agradecemos su atención. Pues nada, a Laviana a degustar una espicha con concejales y a Orihuela, en El Angel, a merendar chocolate con los otros concejales. Y digo yo: ¿No sería esta una buena disculpa para «hermanar» ambas localidades?