EXTRACTO DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN EL “EL AVISADOR” DE BADAJOZ – 15 DE MAYO DE 2007
Ayer, lunes, en la Feria del Libro hubo de todo, como en botica. Con mucho movimiento por la mañana y mediodía y con recorte de asistencia por la tardenoche.
El caso es que hubo un acto vespertino, a los que tuvimos la suerte de asistir que dio mucho juego. Me estoy refiriendo a la conferencia que pronunció APULEYO SOTO.
Del tal APULEYO –nombre que te recuerda a su homónimo romano, de origen norteafricano, del siglo II, autor de la famosísima novela Asno de oro o Metamorfosis–, un tipo genial, con aspecto cuasi quijotesco, como de agitador revolucionario de finales del XIX, con su melena, bigote y perilla, dije que nos ofreció una conferencia, cuando bien podría haberse puesto en los carteles otro nombre más apropiado: pregón, mitin, arenga… Sobre la cultura, los libros y la lectura. Con los autores y las obras que han dejado huella desde los tiempos clásicos. Una gozada, vamos. Extraordinario este APULEYO del s. XXI. Apasionado.
Desbordante. Realmente magnífico. Y en la sala, mucha silla vacía, con una docena de asistentes. Cuatro gatos, vamos. ¿Dónde estarían nuestros maestros? ¿Y las cabezas pensantes del Centro de Profesores y Recursos de Badajoz? Ese que se dedica a hacer cursos por un tubo a lo largo del año, pero que sólo sirven para que te den puntos. ¡Aquí tendría que haberos visto, colegas! Menos mal que mi Apuleyo, inasequible al desaliento, con su verbo florido y poderoso, lanzaría mensajes a diestro y siniestro, desgranando verdades como puños a propósito de los libros y la bondad de su lectura. Como para haber grabado su intervención y declararla de obligada audición en nuestras escuelas.
Y es que el tal APULEYO, natural de un pueblecito segoviano –Cozuelos de Fuentidueña–, aunque residente en otro madrileño –Guadalix de la Sierra–, que fue maestro de escuela y con quien hice migas al final, tuvo el detalle de regalarme el texto de su arenga. Sin conocernos ni nada. Y el menda, con 63 tacos, aunque va para 64, que es un avezado escritor para niños y no tan niños, con una prolífica obra en poesía, narrativa y teatro. Nos intercambiamos los correos electrónicos y que sea lo que Dios quiera.