COMUNIDADES CONVERSAS DE UBEDA Y BAEZA EN EL SIGLO XV’
PRESENTADA POR ADELA TARIFA, CRONISTA OFICIAL DE CABONEROS (JAÉN) Y CONSEJERA DIRECTORA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES
Úbeda sigue siendo noticia con la Conferencia sobre LAS COMUNIDADES CONVERSAS DE UBEDA Y BAEZA EN EL SIGLO XVI que ha pronunciado el gran investigador de la Universidad Complutenses de Madrid, Pedro Andrés Porras Arboledas, autor de innumerables libros, artículos, revistas y colaboraciones.
En ella dio una aproximación de parte de la historia poco conocida por falta de fuentes de la sociedad conversas que habitaba en estos dos pueblos hermanos en el siglo XVI. Los protocolos notariales que tenemos vienen a partir de finales del reinado de Carlo I. El porcentaje de los conversos que sabían leer y escribir era mayor que el de los cristianos quizás por la educación tan estricta que recibían de sus padres y por practicar férreamente la ley mosaica. Si quieres seguir en la fe sitúate. Por ello tenían las mejores profesiones como médicos, farmacéuticos, abogados, comerciantes, arrendatarios, escribanos y algo de artesanos.
Gobernando los musulmanes la comunidad judía gozaba de privilegios los cuales les fueron arrebatados cuando entraron a gobernar los Reyes Católicos. Esta comunidad judía tuvo que renunciar a su cultura y creencias debido a la persecución que les cayó encima por la famosa Inquisición. Fue muy duro para estas personas tan creyentes el tener que convertirse forzados a otra religión o bien ocultarse en secreto entre los cristianos.
Algunos fueron pillados por la inquisición celebrando el Sabbat y fueron quemados por permanecer fieles a su fe y lo curioso era que la mayoría de la población cristiana estaba a favor de la inquisición. Esta mano negra como se dijo tuvo un pico grande de persecución, pero pasado un tiempo no fue tan tremenda.
Fue creada para un fin y después casi desapareció La mayoría de los judíos fue inteligente y fueron aceptando al ver que perdían su familia, sus bienes y su vida integrándose en la totalidad cristiana. Por ello ningún ubetense puede asegurar que no tiene una gota de sangre judía. Aun aquellos que se convirtieron al cristianismo su familia y generación fue discriminada para puestos importantes y ascensos sociales, por los estatutos de la pureza de sangre.
Úbeda y Baeza aún conservan ciertas casas y calles antiguas con vestigios, de piedras grabadas, signos judíos que recuerdan la estrella de David y lo más importante los protocolos notariales y procesos judiciales que se encuentran en sus archivos históricos municipales donde se ha podido sacar información de esta colectividad de judeoconversos.
La conferencia ha sido muy digna de reconocimiento y consideración. Damos las gracias a la Diputación de Jaén, Al Instituto de Estudios Giennenses y al Ayuntamiento de Úbeda por tantas facilidades para la celebración de esta conferencia.