PRESIDIÓ EL ACTO JOAQUÍN CRIADO, PRESIDENTE DE HONOR DE LA R.A.E.C.O. Y DIRECTOR DE LA REAL ACADEMIA DE CÓRDOBA
Resistirnos a cambiar la Constitución es algo tan viejo como las constituciones mismas», subrayó ayer el jurista cordobés y Premio Nacional de Ensayo 2013 Santiago Muñoz Machado durante la conferencia que ofreció en la Real Academia de Córdoba, en la que abogó por «normalizar» la reforma de la Carta Magna española, que es una cuestión de «voluntad». «Cuando estamos celebrando un nuevo aniversario de la Constitución puede parecer chocante hablar de su reforma y su falta de adaptación a las necesidades actuales», señaló el ponente, que cree que, por el contrario, «las constituciones se homenajean y celebran también adaptándolas a su tiempo» y la reforma es la manera de hacerlo. Durante su ponencia, titulada El problema de la reforma constitucional, el jurista aseguró que «esta es una Constitución que ya tiene muchos años y algunos defectos, tanto de origen como por su propia aplicación en el trascurso del tiempo».
Muñoz Machado se extendió en explicar cómo la resistencia a cambiar las constituciones es una constante histórica. «Desde la primera que se aprobó en la historia del mundo, la norteamericana de 1787, hasta la de Cádiz en 1812, siempre se han establecido cláusulas que hacen complicada la reforma», asegurando que «algunas corrientes políticas actuales también consideran que la Constitución es poco menos que inmutable y que los cambios siempre generan elementos de riesgo que no se sabe muy bien a qué conducen». En este sentido, el jurista cordobés recordó que «siempre que ha habido tanta resistencia a la modificación de la Constitución los cambios han sido habitualmente violentos y más radicales».
A su juicio, lo más «complicado» a la hora de esa reforma es el acuerdo entre las fuerzas políticas. «Entre los intelectuales y expertos hay un consenso bastante general sobre este cambio; los políticos, sin embargo, discrepan, sobre todo, en cuestiones como la consolidación constitucional de unos derechos sociales o la organización territorial del Estado, este último un tema para estudiar».
Para Muñoz Machado, las necesidades más prioritarias de esta reforma radican en «devolver el prestigio a las instituciones, analizar cuáles son las que están más deterioradas y buscar un remedio». Por otro lado, también considera «urgente», por las circunstancias que ha planteado Cataluña, «ver qué hay de reformable en el título octavo de la Constitución, el referido a las comunidades autónomas y al mundo local». «En España, desde 1812, se ha tratado de proteger indebidamente la Constitución, y no ajustarla al devenir del tiempo nos ha enseñado que ha habido que cambiarla del todo», concluyó el ponente.
Fuente: http://www.diariocordoba.com/ – Carmen Lozano