POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El jueves 26 de mayo de 1644, festividad del Corpus Christi, los territorios llanos de la comarca de Montijo fueron el escenario de esta confrontación entre castellanos y portugueses. El Marqués de Torrescusa, enterado de la incursión portuguesa, destacó un ejército de seis mil infantes y dos mil quinientos caballos, cuyo mando confió al barón Molinghen. El resultado de esta batalla resulta aún incierto, influyendo en ello según la procedencia de las fuentes que sean consultadas, si bien los portugueses, a pesar de las bajas, consiguieron salvar el ejército y su artillería, siendo capaces de retirarse a Portugal.
Es el archivo parroquial de Puebla de la Calzada, gracias a la diligencia del párroco Diego López de Santiago, el que describe minuciosamente el inicio de la batalla: “en veintitrés de mayo, lunes por la tarde del dicho año y estubo quemándolas hasta el jueves por la mañana día de Corpus Christi, veintiséis del dicho mes donde partió para Portugal, y en los Fresnos al sitio de la laguna de Juan de Vera le salió nuestro ejército por orden de Torrescusa general de él, y a las diez del día poco más o menos, se dio la batalla adonde el rebelde fue rompido y desvaratado siendo su ejército de ellos mayor que el nuestro”. (Archivo Parroquia de Puebla de la Calzada, Libro I de Bautismos 1645-1673, folio sin numeración).
REPRESENTACION DE LA BATALLA DE MONTIJO
En agosto de 2005, doscientos actores ilusionados y motivados, sin apenas ayudas y apoyos, pusieron en escena, después de más de trescientos sesenta años de aquel enfrentamiento entre castellanos y portugueses, “La batalla del Montijo”. Y en la memoria Cirilo, Tomasín, La Pulga, el general Torrescusa, el rey portugués, don Felipe y Rufino… junto con la dirección y el entusiasmo de Isidro Leyva Galeano (qepd)