POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE CÁCERES.
En el interior del Convento de San Pablo destacan en la nave de la iglesia un Crucificado policromado del siglo XVI, un mural con Jesús atado a la columna de la misma fecha y un Cristo camino del Calvario, realizado en óleo sobre lienzo del siglo XVII.
En el lado de la Epístola se encuentra una capilla con un retablo barroco, de la primera mitad del siglo XVII, formado por un banco, cuerpo con tres calles y remate. En el banco existen cinco óleos sobre tablas, que representan a San Agustín, San Francisco Rey, Cristo de la Victoria, Santa Catalina y un santo franciscano. En la calle central flanqueada por columnas clásicas y dentro de una hornacina encontramos una escultura de madera policromada de Santa Isabel de Hungría. En las laterales hay dos pinturas sobre tabla a cada lado que representan a Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, San Benito y un Santo con hábito gris.
Se remata con un Crucificado en madera policromada y una pintura sobre tabla de la Virgen y San Juan, datado en 1640.
En una de sus capillas, conocida como la de San José, está el enterramiento de Álvaro de Aldana, que mandó construir el Convento.
Entre las dependencia conventuales sobresale un claustro de planta rectangular de dos pisos, con arcos carpanales en el inferior y de medio punto rebajado en el superior. Se conservan diversas pinturas sobre tabla del siglo XVII, destacando una talla de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen; así como una escultura del Niño Jesús y una cruz de madera con Jesús crucificado del siglo XVIII.
El Convento alberga piezas de orfebrería de gran valor: tres cálices de plata, uno de finales del siglo XVI, el segundo del XVII, y otro de 1828. Además destacan un ostensorio de plata, escapularios de plata y un copón de plata del siglo XIX.
Tiene un gran patio con un bello jardín donde se encuentran los enterramientos de las Hermanas Franciscanas fallecidas.
En 1499 era un beaterio, dirigido por Juana González, conocida como Juana de Dios.
En la actualidad lo habitan religiosas de clausura de la Orden franciscana de Santa Clara y son famosos y conocidos los dulces que elaboran y venden que hacen las delicias de los cacereños y de todos los turistas que nos visitan. (Varios autores: Monumentos Artísticos de Extremadura).
FUENTE: CRONISTA