POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Aún lucen en el asfalto de varias calles, dibujos alusivos a la celebración del Corpus, cálices, palomas, peces… fruto del intenso trabajo realizado por los vecinos de las numerosas calles que han recorrido la procesión del pasado domingo.
Se presentó un original cartel alusivo a la festividad, obra del artista José Luis Ruiz Lozano, un óleo y acrílico sobre lienzo de 50×70 cm, en la que aparece la custodia villanovense, una inmensa obra de arte, con un fondo de motivos vegetales que sirve de base a la silueta de nuestra localidad.
La nueva custodia de asiento obra del taller de orfebrería Orovio de la Torre de Torralba de Calatravas de Ciudad Real. Felipe Herreros, diseñó esta custodia llamada de asiento y de la imagen de la Virgen de la Fuensanta que va en el primer nivel.
La custodia es de corte clásico, a modo de torre eucaristía. En el primer nivel está el milagro de la Virgen de la Fuensanta, que realizó en barro Felipe Herreros y que ha pasado a metal es la primera representación tridimensional del milagro de la Virgen; este primer nivel simboliza el bautismo; en el segundo y central nivel de la custodia estará el manifestador eucarístico, simbolizando a la eucaristía como el centro de la vi, da cristiana; el último nivel lo ocupa un conjunto de campanas, tantas como tiene la localidad, representando la confirmación, el sacramento que alcanza la madurez cristiana y nos invita a anunciar la fe. Por último, la torre eucarística esta coronada por la figura de la fe; virtud que se siembra en el bautismo, se alimenta en la eucaristía y se consagra en la confirmación. El conjunto mide un total de 275 cm de alto y una base de 1 metro cuadrado, con un peso de 150 kilos. Se debe resaltar que contiene veinticuatro columnas, explicando su significado, adornos de espiga y uvas, azucenas y una reliquia del Beato Francisco López.. Puede ser un homenaje a las custodias de Baeza y Jaén.
Intenso ha sido el trabajo realizado por José Luis Ruiz, para que este año la custodia haya sido portada por costaleros.
Todas las cofradías de Pasión y Gloria se han responsabilizado del diseño y construcción de las numerosas paradas, con una creatividad y elegancia, fruto de un intenso trabajo. Así mismo todos los vecinos de las diferentes calles, desde primeras horas de la mañana han ido dando forma a los diseños y adornos. Valioso y generoso el esfuerzo y colaboración para que la localidad mantenga la religiosidad en las distintas ceremonias o procesiones.
El recorrido seguido ha sido el habitual de las procesiones de Semana Santa, el párroco Juan Carlos Córdoba, autoridades,representantes de las distintas cofradías y numerosos vecinos, que acompañaban en la procesión o la aguardaban en su recorrido.
El párroco agradeció la colaboración recibida y se hizo la foto de rigor con todos los costaleros.
El Corpus de ayer
Las primeras referencias encontradas sobre esta festividad en nuestra localidad se las debemos a Ginés Torres Navarrete. “Sin hacer ostentación de nada, Villanueva del Arzobispo ha venido celebrando a lo grande el día del Señor desde tiempos insospechados. Juncia, mastranzos, tomillo y romero por las calles de la estación, las más ricas colgaduras en sus fachadas, campanas al viento, el clero revestido con los más ricos ornamentos y el pueblo todo tocado con los vestidos más festivos. Del documento que publica el investigador resaltamos: “En Úbeda a 28 de enero de 1726, aparecen los vecinos Juan Lorenzo Lainez y Juan Martínez, que se obligan a llevar a Villanueva del Arzobispo, para la fiesta del Corpus, una danza de ocho hombres con libreas de raso azul, justillos de matachines de una pieza con sus rostros, broqueles y palotes, que han de asistir desde la víspera del Corpus hasta el día de la octava, asistiendo a las procesiones por la tarde y mañana y a las fiestas de Iglesia. Deben estar a disposición de los Señores Don Francisco Molina Cavellos, Don Bernardo Ylario García y Mora y Don Pedro Antonio de Baltanás, comisarios de dicha fiestas. Se les ha de pagar cuatrocientos setenta reales de vellón, darles una casa donde han de estar todos juntos, dos fanegas y media de trigo, un cuarterón de aceite, y un celemín de garbanzos. Ocho libras de carne cada día de los que se pueda comer, y para los dos días de vigilia de la octava, un cuarterón de bacalao…” Para mí es uno de los documentos que mejor nos acercan a esta celebración del Corpus.
Así finalizaba su artículo publicado en “El Pueblo Católico” Eleuterio Nula en 1910” “Amantes de Cristo Jesús en el Sacramento del Amor, fieles todos, acudamos al templo, para salir acompañando al Santísimo, como testimonio de nuestra fe y pública manifestación de nuestras creencias; alfombrad las calles por donde ha de pasar la Majestad de Dios y cubrid el palio con flores…” CORPUS CHRISTI
Después vienen los recuerdos infantiles de la entrega para el Corpus de los componentes de la Adoración Nocturna, en la organización de esta procesión.- (Es interesante la documentación encontrada sobre las reuniones, ingresos…) Constituyó una intensa devoción al Santísimo Sacramento. Era necesario solicitar el ingreso en la Adoración Nocturna, con un presentador como avalista; declarar el deseo de recibir los Sacramentos de Penitencia y Viático, en caso de enfermedad grave y que es devotísimo del Sacrosanto y Augusto Sacramento del Altar. Los turnos de adoración, en la Iglesia Parroquial durante las noches de los sábados, es símbolo de sacrificio, de entrega, de defensa y amor cristiano, de amistad, de compartir…; la rama infantil de la Adoración Nocturna llamada “Los Tarsicios”, grupo de alumnos de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, bajo la dirección de D. José Martínez, que acompañaban junto a su bandera el recorrido del Cuerpo de Cristo por las calles de la localidad. Calles adornadas con juncia por el suelo, los adornos de fachadas y la devoción de los fieles.
Numerosos los artículos que el corresponsal de Diario Jaén, Juan de la Cruz Fernández, ofrecía cada año conmemorando la celebración.
Debo evocar, el Pregón que se realizaba el día anterior al Corpus, y la emotiva procesión matinal en el patio del convento de las dominicas de Santa Ana, lleno de fervor, emotividad y vida con unas monjas entregadas a su labor y adoración del Cuerpo de Cristo.
FUENTE: M.L.F.