POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Aviva de nuevo el recuerdo buscando aquel tiempo en el que la hermosura engalana la mayor de las exaltaciones que enhebra con la plenitud de la vida. El regalo, la entrega, la aclamación, el obsequio de la fe más profunda, de la esperanza más firme y del amor más generoso. Estas flores, estos olores, esta luz y estos cielos de junio que llaman para que venga el Corpus de incienso, altar y romero. El día llama a segar juncias. El día llama al ajuar de los cajones de las cómodas antiguas para que la hermosura de las mejores colchas sea oreada en los balcones. El día llama a las macetas mejor cuidadas que habitan en la frescura de los patios. Hoy el paladar sabe a pan y vino. Hoy la impaciencia de los niños acaricia rosarios y estampas de primera comunión. Hoy, en esta tarde de Corpus, Dios anda entre nosotros.