POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

La Corredoria reclama distrito propio en función de su número de habitantes, la superficie, bien delimitada por la fuente de Cuatro Caños, el Puente Viejo, la frontera con Siero, el río Nora y el Mojón de la Media Legua, del arquitecto Reguera, y por sus singularidades, su hecho diferencial; desde el siglo XVII sentó ahí sus reales la familia Méndez-Vigo, y mucho antes constituyó la salida al campo, a Gijón y al mar, y sufrió el paso, la “corrida” o corredoria del ganado, razones bastantes para ejercer su derecho a levantarse de las patas de atrás y, si no una nación independiente, formar un barrio con su HUCA, cementerio para sus muertos, obispo y catedral en la parroquia de San Juan Bautista. Ya cuentan con emisora independiente, “La Corredoria suena”, y al amparo del Paraguas de Ildefonso del Río deberían exigir las transferencias para disfrutar de su propia climatología.

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