POR FRANCISCO PUCH JUÁREZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDESIMONTE (SEGOVIA)
Habrá quien piense: ¿qué nos importa a los que no vivimos en Madrid lo que en la capital del reino pueda suceder?, mas, se da la circunstancia de que cosas como las que ocurren en Madrid, pueden también ocurrir en otras localidades de España en las que los gobernantes elegidos, hayan podido salir un poco “chungos”.
¿Y por qué esta reflexión?, pues porque acaba de ocurrir en Madrid un hecho más que chungo: Un inteligente concejal del área correspondiente, se ha sacado de la manga someter a votación de los vecinos los proyectos de remodelación de determinadas plazas de la villa, entre ellas la preciosa Plaza de España en el corazón de la urbe, en ese triángulo que forman tres vías muy principales cuáles son: La Cuesta de San Vicente, la calle de Princesa y la Gran Vía; y me pregunto: ¿qué pretenden hacer con el monumento al genio de las letras Don Miguel de Cervantes Saavedra?
Yo me imagino que a la alcaldesa señora Carmena, inteligente ella y con alto nivel social y cultural porque no en vano es juez, (me niego a decir jueza, a pesar de que el palabro pueda estar contemplado en el diccionario de la RAE), le ha metido un gol por cuestiones políticas uno de los miembros de su equipo de gobierno. ¿Qué finalidad persigue este concejal al someter a votación del pueblo algo que ya tiene decidido hacer el Ayuntamiento?, porque el proyecto de remodelación de la Plaza de España ya estaba aprobado de antemano.
El resultado de la votación no puede ser más que pintoresco por no decir ridículo. Madrid tiene una población de unos 6 millones de habitantes, incluida su población flotante que abarca a cerca de dos millones de personas que diariamente viene a Madrid y marchan cada día.
De los otros cuatro millones de habitantes, hay censados y con derecho a voto aproximadamente más de tres millones y medio; pues bien, de todos esos con derecho a voto, han manifestado su opinión el 1,7 por ciento de la población, lo que representa 45.727 vecinos de los casi cuatro millones con derecho a voto, que han salido en su mayoría de los Centros Municipales de Mayores, poniéndoles la papeleta en la mano.
La incongruencia de esta votación es que en propaganda para llevarla a cabo, con cartas, a todos los vecinos, buzoneo, carteles colocados en las principales vías y demás, se nos antoja una mala utilización o malversación de fondos municipales, para justificar una obra totalmente innecesaria y que ya estaba planificada de antemano.
Y se me ocurre preguntar: ¿hay alguien que se lo está llevando crudo?, no me extrañaría, cuando en el municipio madrileño se le están adjudicando obras a una empresa de la que forma parte uno de los ediles de los ínclitos y honrados concejales de “Podemos”
Las cosas en Madrid están así, no sé si en otras localidades del suelo hispano puedan estar ocurriendo cosas semejantes.
Tal vez, escritos como éste, no lleguen a conocimiento de los imperfectos, perdón de los interfectos, pero me quedo muy descansado con haberlo puesto de manifiesto, porque tal como están hoy las mordidas a nivel político ¿quién sabe quién se lo lleva?. Seguiremos hablando de cosas de Madrid.