POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Si ayer recordábamos anécdotas de médicos, sigamos hoy con la sanidad veterinaria.
Vamos a centrar nuestro comentario en aquellos tiempos, antiguos ya, en que se introdujeron las técnicas de inseminación del ganado vacuno para asegurar calidad de razas y, en consecuencias de producción cárnica y lechera.
Las razas más aclimatadas en Asturias, y de mayor aprovechamiento, fueron la frisona (holandesa y la pardoalpina (ratina, suiza).
Un recuerdo para la historia.- Muchos creen que esto de la inseminación artificial de animales es invento americano nacido en los primeros años del siglo XX. Pus «nanay de nanay».
El pionero de este proceso fue Lázaro Spallanzani (1729-1799 quien en 1780 logró exitosamente inseminar artificialmente una perra.
Cosas.
Y ahora, ¡a Colunga!
En este concejo asturiano desarrolló su profesión de veterinario don Casimiro; un gran profesional, pionero y muy experto en técnicas de inseminación artificial.
El, que fue muy buen amigo, me contó con mucha gracia estos «sucedidos» que vivió personalmente.
1.- HIGIENE Y ORDEN.
Un agricultor-ganadero, y trabajador en la mina de Carrandi, encargó al veterinario que fuera a inseminar a «la navarra», una vaca ratina que estaba «a la sazón» para empreñar.
El caserío, en la falda del Sueve, era atendido por la esposa en ausencia del marido.
Llega el veterinario, lo recibe la mujer y le dice:
– Buenes tardes, don Casimiro. Vamos pala cuadra a sacar la vaca. Aquí tien, tal como me dijo el mio hombre, una palangana con agua caliente, jabón, una toalla… y esta percha PA QUE CUELGUE LOS PANTALONES…
2.-GENÉTICA.
Esto fue en otro pueblo de la parroquia colunguesa de Duz.
Don Casimiro, persona muy interesada en la atención al cliente, acostumbraba a preguntar al ganadero si la vaca inseminada había tenido buen embarazo, si había parido bien, si el xatín era guapo…
En cierta ocasión, pasado un tiempo de su actuación, se encontró con el dueño de la res inseminada y al pedirle información al respecto obtuvo esta respuesta:
– «¡Ay, don Casimiro! ¡No lo podrá creer! «La Rubia» parió un xatín, guapu, guapu, y ROXU COMO USTED…
Como dicen los escépticos: ¡Increíble, pero cierto!
Un compañero mío de carrera, célebre por sus expresiones aparentemente extravagantes, solía decir: » ¡ESTO ES COJONUDO Y A LA VEZ, CHOCANTE!».