POR BIZÉN D’O RÍO MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE LA COMARCA DE LA HOYA (HUESCA).
Cuando finaliza y comienza un año, recordamos aquellos “Almanaques” y con ellos a un Altoaragonés universal, Cosme Bueno y Alegre que nacía en Belver de Cinca, el 9 de abril de 1711, quien tras estudiar Gramática Latina y primeras letras en España, en 1730 llegaba a la capital del Virreinato Peruano, donde cursó estudios de Farmacia, Ciencias Naturales y Medicina, doctorándose por la Universidad de San Marcos, recibiendo las influencias de Petit y Bottoni, y donde el año de 1750 se convertía en catedrático de Método Galeno, siendo divulgador de la obra de la Escuela Clínica de Leiden, además de introductor de las teorías y primer prosélito de Newton en aquél país, destacando desde su cátedra, al dar un gran impulso a la medicina clínica, que por aquellos años empezaba a difundirse en América.
Tomó posesión como catedrático de Prima de Matemática y sus estudios en ese campo los orientó principalmente a la astronomía. Dictaba cursos que versaban sobre diferentes temas, como Geometría y Trigonometría (1786), Optica (1787), Dióptica (1788), siendo en base a sus conocimientos en este campo, por los que había sido nombrado ya en 1758 “Cosmógrafo Mayor del Virreinato” y como tal, pasaba a continuar las “Relaciones Geográficas de Indias” que se pedían desde Madrid para insertarlas en semanarios, almanaques y primeras publicaciones. Por otra parte, le es encomendado por el Virrey del Perú, Marqués de Villagarcia, la realización de la descripción del Perú, trabajo que desde 1759 a 1776 será publicada en los cuadernos de los “Almanaques” y desde el año 1751 comienza a publicar Cosme Bueno en Lima, en los talleres de imprenta de Juan de Medina, con el título “El Conocimiento de los Tiempos. Efemérides del Año”. En el que van puestos los principales aspectos de la Luna y el Sol. Calculados por las Tablas de Halley, y de la Lande, para el Meridiano de esta noble, y muy leal Ciudad de Lima. Capital y Emporio de esta América Meridional”. Publicación que en el año de 1778 importa también a Chile, puesto que en ella se completa la reseña de Cosme Bueno, iniciada el año anterior con la “Descripción del Obispado de la Concepción”. Posiblemente, Cosme Bueno se inspira como modelo para esta publicación en la publicación francesa nacida en 1679 “Connaissance des Temps”.
Ilustra por otra parte con numerosos trabajos de erudición físico-médica, los “Almanaques” y las publicaciones anuales de “Guía de Forasteros”, y es el año 1753 cuando inicia, una serie de registros meteorológicos en Lima, que se irán dando a conocer en ”El Conocimiento de los Tiempos”, a partir de 1755 hasta el año 1873, y que ciento veinte años después,1993, se irá dando puntualmente al público, con tal amplitud, que constituye la base de partida para el estudio de la historia del clima de Lima, pero también, base metodológica para la relación de otras ciudades americanas y europeas, al ser estas observaciones, las que demuestran el alto grado de desarrollo de la ciencia del Perú en el siglo XVIII y buen ejemplo de la época de la “Ilustración”.
Sin olvidar, que el interés de esta publicación del doctor Bueno Alegre, como la de todos los “Almanaques”, era entregar al público lector los vaticinios astronómicos, siempre puestos corrientemente en el inicio, en el pronóstico del año que iba a comenzar bajo el epígrafe de “Juicio del Año”, transcribimos este interesante fragmente de don Cosme Bueno Alegre : “Si toda vía quedan vestigios del poder de las estrellas, haciendo de sus iluminaciones otras tantas causas de felicidades y desgracias, debe en adelante borrarlos la experiencia. En el año pasado (1777) ha sido tan ajustada la observación a nuestros cálculos y han correspondido tan exactamente a nuestros vaticináoslos sucesos, que deben de servir estos de demostración a nuestra astrología. Su continuación acabar de desengañar al mundo de la vaciedad de los astrólogos que con ciertas reglas y falsos principios han pretendido sujetar a las estrellas las causas libres. Atendiendo acá bajo a los astros que o rigen, se verá como a su ingenio corresponden los sucesos. Los años felices los hacen los gobernadores en los Reyno. De su prudencia con el complejo de las demás virtudes, es donde emanan los influjos con que se hacen felices los Imperios y prosperan las Provincias”.
Publicó desde el año 1764, hasta el de 1775, inclusive, las “Tablas de las declinaciones del Sol”, calculadas al meridiano de Lima. Demostró su conocimiento de las ideas meteorológicas en Europa, con su trabajo “Disertación físico experimental sobre la naturaleza del aire y sus propiedades”. Atacó la Astrología como una pseudociencia, porque nada escapó del interés y la curiosidad científica de este Cosmógrafo, catedrático en Lima, pero nacido en la población altoaragonesa de Belver de Cinca.
FUENTE: https://rondasomontano.com/revista/167840/cosme-bueno-y-alegre-astronomia-y-almanaques/