POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Las ventanas suelen colocarse en fachadas para ventilación, luces y vistas; también en buhardillas e incluso en tejados y terrazas, como claraboyas, con el fin de aprovechar la luz cenital y, llegado el caso, contemplar el cielo y las estrellas.
Lo raro son las ventanas o cristales transparentes, más o menos practicables, colocados en el suelo, que sirven tanto de pavimento como de escaparate; pueden verse en el Museo de Bellas Artes de Asturias y en otros inmuebles, y permiten observar restos arqueológicos descubiertos al construir los edificios de nueva factura; también se colocan ventanucos en el fondo de barcas para turistas, para contemplar peces y corales; lo que yo desconocía, y lo vi el sábado en Santiago de Compostela, no en el Fontán, son los ventanucos en el suelo de viviendas situadas en la primera planta de los soportales del casco antiguo, que permiten fisgar a la fauna que peregrina por debajo; escotillas para cotillas.