POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Hace muchos años -pero muchos, muchos – nos concedieron un importante galardón gastronómico a don Camilo José Cela (Premio Nóbel y Académico de la Lengua), a don Rafael Ansón (empresario, escritor y Presidente de la Real Academia de Gastronomía) y, con perdón, a mi, que era, y sigo siendo,»un curiosu» del costumbrismo asturiano.

Al sentarnos a la mesa (nunca digan sentarse en la mesa) encontré a don Camilo un tanto «apagado» y con «ganas de descanso»; cosa nada extraña porque acababa de superar una intervención quirúrgica. Al iniciar un «intento de presentación y charla» observé que don Camilo hacía un gesto «poco amigable» al saber que yo era colungués y, claro, yo derivé la conversación hacia la culinaria gallega y muy especialmente hacia los pimientos de Padrón y las patatas que cultivaban en el monasterio de Hermo.

Creo -no puede asegurarlo – que a don Camilo no le agradó que yo fuera colungués porque le recordaba que COLUNGA, hacía unos años, le había declarado PERSON NON GRATA a causa de unas «inoportunas» declaraciones que había hecho acerca de la Virgen de Covadonga y de Asturias.

«Si en Asturias tienen una Virgen pequeñina, pues que se jodan», vino a decir (no se la «literalidad» completa de la expresión) en imprudente exabrupto el genial escritor.

Eran otros tiempos y otros sentimientos y Colunga, atendiendo a la llamada del asturianismo religioso y popular, se sumó a la convocatoria regional de tal designación al escritor.

Han pasado muchos años, casi 20 desde el fallecimiento de don Camilo, y ahora, en la primavera que se acerca, Colunga será sede de un CONGRESO NACIONAL DE POESÍA JOVEN. Un destello de cultura que hará de nuestro Concejo un centro literario de suma importancia.

Con este motivo he presentado en la alcaldía una PROPUESTA DE ACUERDO para que se revoque la declaración de PERSONA NON GRATA, y se reconozca su enorme calidad literaria, al Excmo. Sr. DON CAMILO JOSÉ CELA Y TRULOCK.

Estoy seguro que la «Virgen de las Batallas», que así se llamó inicialmente a nuestra Santina y cuya imagen primitiva no es la que ahora se venera en la Cueva sino la que se encuentra en la iglesia burgalesa de Cillaperlata (de ella hay una reproducción en la Basílica de Covadonga), estará riéndose en el cielo con las «burradas» de don Camilio al que apoda «el despreciau colungués».

Me gustaría que las gentes colunguesas, y asturianas en general, se sumen a esta propuesta mía y entre todos transformemos en aplauso lo que en su día fue un reproche.