POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE LAS VILLAS DE BEDMAR Y DE GARCIEZ (JAÉN).
El cronista oficial de Bedmar y Garcíez fue nombrado, hace unos días, miembro de honor de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, título que recibió en el congreso nacional de Avilés (Asturias) .
En su madurez, José Ma nuel Troyano Viedma ha recibido una distinción que lo llena de satisfacción. Se trata del
nombramiento como miembro de honor de la Real Asocia ción de Cronistas Oficiales de Espa ña. Se trata de un logro que lo estimula para perseverar en su labor.
—¿Qué supone para usted el recien te reconocimiento nacional? —Es una distinción a mi trayectoria dentro de la Asociación Española de Cronistas Oficiales. Soy uno de los fundadores, a día de hoy, el más antiguo. También se valora mi trabajo realizado a propuesta de la propia asociación, como responsable en 2007, en la Real Academia de Ciencias de Toledo, de la conferencia inaugural del congreso por los veinticin caños del colectivo. La asamblea a petición del presidente, Joaquín Criado Costa, me hizo un encargo sobre la historia de la asociación hasta ese momento. El libro se publicó en 2010 en el congreso de Canarias. He colaborado con la junta saliente y lo haré con la entrante. Soy uno de los tres socios con la distinción de miembro de honor. Me siento plenamente satisfecho y muy agradecido. Ejercí de vocal de la primera junta, cuando realizamos los trámites para los estatutos de la Asociación Española de Cronistas Oficiales, que desde 2008 tiene el título de Real, de modo que el Rey —el actual y el emérito— es presidente de honor.
—Usted lleva de cronista oficial de Bedmar y Garcíez desde 1975, ¿qué destacaría de este periodo? —En estos 46 años me he encargado de llevar a congresos de la asociación provincial y nacional trabajos sobre las dos villas, la provincia de Jaén y la comarca de Sierra Mágina. Dentro de Sierra Mágina, en 1983, creamos asociación de cronistas e investigadores, que con el tiempo se convirtió en el colectivo Cisma, del que fui miembro fundador. También he escrito algunos libros, presentados en Cambil, Huelma, Solera, Albanchez, Jimena, Bélmez de la Moraleda y Garcíez. Todo esto, sin olvidar los 0cho títulos dedicados a Bedmar. El último se publicó en agosto,
en Jornadas Medievales. Está dedicado a la Encomienda de Bedmar en la Orden de Santiago, 1313-1837. Fue en estas jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Bedmar y Garcíez en colaboración con la UNED.
—¿Qué le satisface de esta labor? —Descubrir prácticamente los máximos datos posibles y dejar vías de investigación abiertas. Lo importante es despertar la curiosidad y el interés por las cosas de nuestros municipio para conocer mejor los hechos históricos, culturales, artísticos, políticos y sociales. Ese es el fin de todo cronista oficial que se precie.
—¿De qué libro está más contento? —Del primero, que edité al 50%, con el Ayuntamiento, titulado “Bedmar, la dignidad, la fuerza y la fe de un pueblo”. Se publicó en Jaén en 1995, con Francisco Reyes como alcalde. Aunque me siento orgulloso de todos los libros, este fue el primer respaldo oficial fuerte por parte municipal para divulgar las cosas locales.
—¿Algún acontecimiento que haya determinado el devenir local? —Tenemos una cosa curiosa. En 1407 la villa vieja de Bedmar fue destruida por Mohammad VII. Luego surgió la nueva villa, la actual, en torno al castillo fortaleza, ahora en fase de recuperación que terminará en enero
de 2022. En una segunda fase queda para excavar el interior. Así podre mos no recuperar esa fortaleza de la orden de Santiago. Tenerla lo más de centemente posible. Otro monumento singular de Bedmar es la iglesia parroquial, cuya portada es obra de Francisco del Castillo el Mozo, un arquitecto de la época de Vandelvira, introductor en España del manierismo. De hecho, la portada de la iglesia de Bedmar es la primera obra de este estilo en España.
—¿Qué destacaría de su prolonga da etapa como docente?
—Yo soy licenciado en Historia por la Universidad de Granada. He ejercido como profesor de los institutos San Juan de la Cruz y Los Cerros de Úbeda, del Maimónides de Córdoba y el Aynadamar de Granada. Me doctoré en historia Moderna y Contemporánea de España y América por la Universidad de Córdoba y en 1994, gané la cátedra de Historia de profesor de instituto. He sido profesor del Instituto de Ciencias de la Educación de las Universidades de Córdoba y Granada. He ocupado cargos directos de los centros, hasta que me jubilé en el Aynadamar.
—¿Para qué sirve un cronista? —Los cronistas oficiales nos dedica mos, fundamentalmente, a investigar el pasado de nuestro municipio.
FUENTE: DIARIO DE JAÉN, SUPLEMENTO DOMINICAL DOMINGO 5/12/2021