POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID).
Año de 1900, Nochevieja, el señor cura de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Valdepiélagos, Don Rafael González, no sé si antes o despues de cenar, pero si antes de las uvas, abre el Libro 8° de Bautismos (1871-1907) y anota para conocimiento de todos sus sucesores, lo siguiente:
«En este año se regaló a la Purísima Concepción de esta villa por el Sr. Cura un arco de flores, además de hacer gratuita las Fiestas de Flores y de la Concepción.
También se regaló por dicho señor y por Doña Leonor Rojo una cortina con el letrero Hijas de María para la baranda del coro.
Así como también se retocó a San Antonio de Padua con la protección del Sr. Cura y limosnas del pueblo, haciéndolo su fiesta gratuita en su día, habiendo hecho el altar de Santa Lucia en el año anterior y arreglado el de San Antonio a costa del Sr. Cura como igualmente varios regalos y objetos a esta Iglesia.
También consiguió con la conformidad del pueblo que el Sr. Arzobispo, Obispo de Madrid, vendiese una lámpara de plata bastante deteriorada y con su importe se compró el armario de esta Iglesia consiguiendo la rebaja de quinientos reales y traerlo nuevo de París.
Lo que hago constar en este libro para conocimiento de todos mis sucesores.
Valdepiélagos 31 de diciembre de 1900.
Firmado Rafael González «