POR RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN, CRONISTA OFICIAL DE INGENIO (CANARIAS)
Conocí a Ángel en el Congreso de Cazorla, allá por el año 2009. Me llamó la atención su estampa, rebosante de humanidad, amabilidad y cercanía. Figura seria, agradable en el trato, parco en palabras y grandilocuente en el gesto y los sentimientos. Su presencia irradiaba poesía. Ángel representaba al caballero castellano que con admiración contemplamos desde la lejanía. Mis condolencias para sus familiares.