POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
Un pequeño boato anticipó la llegada de las tropas de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón (Templarios). Estaba encabezado con el banderín de la filà con la cruz patada roja en el centro protegido por dos frailes que portaban velones y tras ellos apareció un monje que portaba sobre un cojín una copa y una rosa, elementos simbólicos de que los templarios son los guardianes de la sangre de Cristo.
A continuación desfiló la escuadra femenina que lucía un traje de estilo palaciego con mangas largas y falda amplia hasta los pies en tonos dorados, ocres y plateados. Ceñían sus cabellos con una diadema dorada adornada con perla en cuyo centro estaba la flor de lis. En sus manos portaban una rosa roja.
Tras esta formación desfiló la escuadra oficial masculina con su típico traje formado por cota malla, una túnica blanca con una cruz patada representativa del temple estampada sobre el pecho, cinturón negro y capa blanca con reverso en bermellón cubriendo parcialmente el lado izquierdo. Portaban en sus manos una espada y una rosa roja. Hizo de cabo Juan Carlos Sirvent. La Unió Musical de Xixona interpretó la marcha cristiana Azcona compuesta en 2018 por Juan Antonio García Gallardo, y dedicada a la escuadra Aragoneses, perteneciente a la comparsa de Almogávares de Villena.
Tras las huestes templarias era el turno de la capitanía de las fiestas del Geladors 2024 que ha correspondido a la filà Almogàvers.
Una especie de palanquín con el estandarte de la filà y el lema de estas fuerzas mercenarias de la Corona de Aragón: “Desperta ferro”. Cuando estas tropas iban a entrar en batalla gritaban a todo pulmón. “Aur, aur, desperta ferro” y hacían repicar las conteras de sus armas blancas contra el suelo haciendo saltar chispas contra las piedras.
Seguidamente desfiló una escuadra guerrera con túnica negra, pectoral metálico dorado, cinturón de cuero, cota de malla, botas metálicas doradas y una corona dorada protegiendo el cráneo. Lucían como armas una lanza. Estaba integrada por amigos de los cargos festeros. Ángel Blanes dirigió magistralmente la formación. La Societat Instructiva Musical de Benigànim interpretó la marcha cristiana Cid de Pedro Joaquín Francés Sanjuan.
Después desfiló la escenificación de un mercado medieval en el que unas labriegas repartían entre el público rollos dulces y mistela.
A continuación desfiló una escuadra femenina ataviada con un traje guerrero con una túnica hasta la rodilla en tonalidades amarillas y blancas, cinturón de piel y capucha cubriendo la cabeza. En ella formó Montse Jerez Verdú, festera de l’any de 2024 del bando moro por la filà Marrocs. La Societat Musical l’Aliança de la Torre de les Maçanes interpretó la marcha cristiana Jésica de José Rafael Pascual Vilaplana.
Ahora fue el turno de la escuadra oficial masculina de la filà con su tradicional uniforme formado por cota malla, túnica negra con una torre en su pecho, botas y cinturón marrón claro, casco con yelmo y plumas amarillas y negras y capa blanca con el escudo de la ciudad bordado en su centro. Como armamento portaban una gran espada. Un traje diseñado por Fernando Asensi en 1980 y confeccionado por Gaspar Llorens y Mari Eli. Portaban cabo (Albert Sala y Antonio Arques) y amazona dirigiendo la escuadra. Entre los componentes de la escuadra se encontraban Alfredo Sirvent Verdú, fester de l’any del bando cristiano de 2024 por la filà Piratas-marinos e Ismael Miralles, presidente de la filà Moros Vermells. Desfilaron al ritmo de la marcha cristiana Xamarcai de Francisco Valor Llorens interpretada por la Unió Musical de Xixona que formada con cuatro gaiteros.
Una gran pancarta formada por banderines con la palabra Capitanía indicaba la llegada, por fin, de la parte final del boato de la filà Almogàvers. Guardaban este emblema un ballet con el vestido de rat penat que aparece en el escudo foral de la Generalitat Valenciana. Cuenta la tradición que los árabes veneraban a este mamífero porque era capaz de eliminar las plagas en los terrenos pantanosos. Un profeta árabe aseguró que mientras el murciélago anidara en la ciudad de Valencia esta no sería conquistada. Cuando llegaron las huestes cristianas y Jaume I instaló su tienda en Ruzafa un murciélago se posó sobre la carpa del rey aragonés. Sus soldados lo cuidaron. Cuando los árabes intentaron atacar el campamento real el murciélago abrió sus alas, golpeó sobre un tambor y derribó con su vuelo algunas armas avisando de la inminente llegada de los enemigos a los que pudieron hacer frente. En agradecimiento el rey lo situó en lo alto de su casco y en su escudo real.
Ahora era el turno de los cargos festeros del 2024 de la filà Almogàvers. Una escuadra formada por familiares de José Francisco Mira y Ángel Masiá vestía un traje con falda de piel y pectoral de cuero rojizo. Resultaba espectacular el casco formado por el cráneo de un animal con tres grandes cuernos. Dirigía la escuadra un cabo acompañado por otro cabo batidor a caballo. La Agrupación Artístico Musical El Trabajo interpretó las marchas cristianas Alcoi, escata i destral y El Barranc del Sinc ambas compuestas por Rafael Mullor Grau.
José Francisco Mira López y Ángel Masiá Soler, capitán y abanderado de fiestas por la filà Almogàvers aparecieron en la avinguda de la Constitució sobre una carroza que simulaba un patio de una fortaleza adornado con las banderas de la filà Almogàvers y la de la capitanía cristiana. Lucían un traje palaciego con toques guerreros, con túnica hasta los pies, amplio cinturón, destacando el casco metálico, con las manos sujetaban una gran lanza que tenía en su parte superior la cruz de la victoria. La carroza estaba protegida por un grupo de guerreras vestidas con pieles de lobo. La Societat Instructiva Musical de Benigànim acompañada por dolçainers de la Colla Els Arreplegats puso el acompañamiento musical con una marcha cristiana. Cuando la carroza pasó por delante del castillo festero y enfiló la avinguda de la Constitució fueron recibidos por el lanzamiento de un castillo de fuegos artificiales. Al pasar por delante de la tribuna la carroza se detuvo y José Francisco y Ángel descendieron de la carroza siendo aplaudidos por sus familiares. Seguidamente todos ellos formaron en una escuadra y desfilaron los últimos metros de la Plaça ante el aplauso estruendoso de festeros y público.
Fue el final apoteósico a una entrada que duró unas tres horas y media en la que el público disfrutó de la brillantez de las tropas de la media luna y de los guerreros de la cruz.
La Entrada fue retransmitida en directo por Alacantí TV. El programa fue presentado por Mariola López, pero debido a la amplia agenda cultural de ese fin de semana se tuvo que marchar a cubrir un acto en Alicante de la Semana Santa del 2025 por lo que se quedó al mando Antonio, acompañado por Bernardo Garrigós Sirvent, cronista oficial de Xixona. Intercomarcal TV cubrió todas las fiestas dels Geladors realizando diferentes reportajes que fueron emitidos unos días después.
Domingo 27 de octubre, tercer día de fiestas.
El domingo amaneció ligeramente nublado, aunque se registró un ligero aumento de las temperaturas. Los festeros se concentraron a las puertas del Ayuntamiento para iniciar una Diana por las principales calles del núcleo antiguo. Los pasodobles dianeros despertaron a los jijonencos y les avisaron del inicio de la tercera jornada de las fiestas de moros y cristianos dels Geladors.
Alrededor de las 10.45h las tropas de la media luna a las puertas de la Casa Consistorial formaron una comitiva para dirigirse por la avinguda de la Constitució hacia el castillo festero. Estaban encabezadas por el embajador moro acompañado por las banderas de las filaes Califas y Almohades. Al llegar a los pies del castillo Francisco Berenguer, embajador moro, solicitó la rendición de las tropas cristianas, puesto que habían sido vencidas en la batalla y era imposible que fueran auxiliadas. Antonio Arques Zaragoza, embajador cristiano, intentó con sus palabras no desfallecer y no rendir la fortaleza, pero finalmente sucumbió al último embate musulmán. Xixona pasó a ser mora.
A las 11.30h dio comienzo el acto distintivo de las fiestas dels Geladors, la ofrenda de flores a la virgen de la Asunción, patrona de la iglesia parroquial.
El desfile estuvo encabezado por las mujeres que desfilaron en escuadra e iban ataviadas con el traje típico de la población o de la provincia donde tienen el negocio de venta de helados. Así se pudieron ver trajes de sevillana, malagueña, valenciana, catalana, etc. Cerraba este primer bloque una escuadra con los más veteranos de la filà Almogàvers vestidos con blusa gris, pantalón azul marino, boina crema y caña con una ramita de romero en la mano y un grupo de festeras con trajes de jijonenca. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Societat Musical l’Aliança de la Torre de les Maçanes que interpretó el pasodoble Teresa Silvestre de Mario Roig Vila.
Tras ellos desfiló un segundo bloque encabezado por dos grandes ramos de flores portados por un festero de cada una de las cuatro filaes de esta celebración. Tras ellos estaba una escuadra con las banderas de las filaes del bando moro: Califas y Almohades. Por último desfiló una escuadra con las banderas del bando cristiano: Templaris y Almogàvers, en cuyo centro se hallaban José Francisco Mira y Ángel Masiá, capitán y abanderado de fiestas de la filà Almogàvers rodeados por los embajadores cristiano y moro. La Unió Musical de Xixona interpretó el conocido y animoso pasodoble Tayo de Francisco Esteve Pastor.
Al llegar al Ayuntamiento a la comitiva se unieron la alcaldesa, algunos concejales del consistorio jijonenco y la jueza de paz y se dirigieron a la Iglesia Parroquial.
Sobre las 12.30h en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y San Bartolomé comenzó una misa oficiada por Salvador Valls González en honor a la virgen y a San Bartolomé y San Sebastián, patrono y copatrono de la ciudad más dulce del mundo.
Al término de la celebración religiosa los festeros se dirigieron a la kábila dels Geladors para comer. Allí los pasodobles, marchas moras y cristianas interpretadas por las bandas de música inundaron el ambiente mientras festeros y no festeros comían, bebían y desfilaban a la espera que se sirviera la comida. Tras comer comenzó la sobremesa marcada por las tertulias festeras y la hermandad y camaradería.
Sobre las 15.30h comenzó a caer una lluvía que se prolongó durante toda la tarde. Dado que la lluvia no menguaba la Asociación Cultural y Festera de Heladores decidió realizar el acto de alzamiento de cargos festeros del 2025 en la propia kábila. En el 2025 la capitanía de las fiestas corresponderá al bando moro, representado por la filà Almohades. José Francisco Mira y Ángel Masiá entregaron sus cascos, a modo de testigo, a Sebastián Llinares Cantó y a su esposa, Yolanda Sirvent, capitán y abanderada de las fiestas del Geladors del 2025 de la filà Almohades. Los asistentes aplaudieron profusamente a los nuevos cargos festeros.
La lluvia continuó durante toda la tarde y gran parte de la noche por lo que se acordó no celebrar la procesión. Salvador Valls González, párroco y Francisco Miguel Vidal Martín, vicario de Xixona, ante la imposibilidad de sacar a los santos patronos de Xixona, San Sebastián y San Bartolomé en procesión por la calles de Xixona, asomaron a las reliquias de estos santos a la puerta principal del templo y a la puerta accesoria de la calle Fossar para que los santos bendijeran al pueblo de Xixona. Después ofrecieron a las reliquias para que los pocos festeros y públicos que se habían congregado en el templo parroquial las pudieran besar.
Este fue el final de las fiestas de Moros y Cristianos del Geladors que estuvo marcada por una gran Entrada y por la aparición de la lluvia el último día que privó a los jijonencos de la celebración de la embajada del cristiano y la procesión.