POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE CRONISTAS DE MÉXICO.
Oficios en proceso de extinción: el leñador. Este oficio se ejerció desde el siglo XVI en #Zacatecas.
Recuerdo que en mi infancia, un leñador que conocíamos como Leoncito, con cierta frecuencia llegaba a la puerta de la casa con un burrito cargado de leña. Ahí la descargaba, se le pagaba y a nosotros nos tocaba llevarla en brazos hasta el corral. Teníamos que dar varias vueltas.
Esa leña se usaba para calentar el boiler, para la chimenea donde se cocía el maíz para luego “echar” las gordas y tortillas a mano sobre el comal, así como para freír chicharrones de vieja (de res).
Hace unos días presencié la descarga de un camión que llevaba un pedido a una rosticería tradicional.
Estoy seguro de que el uso de esa leña en el horno le imprime ese sabor especial a los que para mi son de los mejores pollos rostizados de Zacatecas… sabrosos, jugosos, blanditos.