POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
6 de enero. Día nacional de la Enfermera y del Enfermero.
Muchísimas gracias y felicidades por su noble labor.
Desde 1931, el 6 de enero se celebra en México a las enfermeras y enfermeros, gracias a que el médico zacatecano José Castro Villagrana, quien fuera en ese entonces director del Hospital Juárez de México, estableció que ese día se les reconociera.
Y hoy recordamos a algunas enfermeras mexicanas que iniciaron su labor en plena Revolución Mexicana.
Para empezar, debemos reconocer que las mujeres han participado, como protagonistas, en todos los procesos históricos y sociales de nuestro país.
En la Revolución Mexicana llevaron a cabo diversas acciones que le dieron vida a la primera revolución social del siglo XX.
Durante el período revolucionario, algunas mujeres participaron prestando servicios médicos y de rescate. Para ello formaron organizaciones humanitarias lideradas por mujeres.
Leonor Villegas presidió la Cruz Blanca Constitucionalista y la Cruz Blanca Nacional, con importante actividad en tiempos de la lucha contra Huerta.
Elena Arizmendi Mejía, colaboró en la Cruz Blanca Neutral; Sara Pérez, en la Cruz Blanca Mexicana; o Carmen Baca, en la Cruz Azul Mexicana.
Por su parte, Refugio Esteves Reyes, conocida también como Madre Cuca, entrenó cuadrillas de mujeres para prestar primeros auxilios a heridos que debían ser rescatados del campo de batalla.
Madre Cuca recorrió más de 10 mil kilómetros en tren y fue comisionada para a organizar los servicios de enfermería del hospital militar en la Ciudad de México.
La enfermera más famosa de la Revolución sería Adela Velarde, voluntaria de la Cruz Blanca a quien se le recuerda a través del popular corrido de la Adelita. Con ese nombre se recordaría también a muchas soldaderas que, sin ser enfermeras profesionales o pertenecer a cuerpos médicos, lo entregaron todo para proveer y curar a los combatientes de los diversos bandos.