POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
Documentos históricos: Una carta del general Jesús González Ortega que fue escrita tras el sitio de Puebla de 1863.
Cuando el general Jesús González Ortega supo que sería enviado al destierro a Francia tras caer prisionero en el Sitio de Puebla, le escribió una carta a Severo Cosío, quien era gobernador de Zacatecas.
La carta está fechada el 21 de mayo de 1863 y fue publicada por la prensa, por lo que sabemos que González Ortega le escribió en estos términos:
«Mi querido amigo.
No el vencedor, sino el soldado que tuvo más víveres y parque que yo, dispone ya de nuestra suerte. Mañana salgo en unión de los otros generales mis compañeros para Francia, no vamos desterrados a Europa sino presos.
Acepto con gusto mi destino porque toda clase de sacrificio es pequeño cuando lo hago por mi patria.
Queda mi hijo y mi mujer en esa ciudad:
se los recomiendo.
Forey me invitó á un almuerzo, al que reusé concurrir.
Ayer salieron pie a tierra y bien custodiados cerca de 1,400 jefes y oficiales. Mañana saldremos nosotros no sé de que manera.
En las conferencias que he tenido con el general Forey, le he manifestado: que juzgo difícil y hasta imposible que la Francia realice los proyectos que trae respecto de México; él me ha dicho que solo trata de que se reconcilien ambos partidos liberal y conservador.
Los hechos han venido a hablar más alto que sus palabras: a los hombres de uno los destierra y a los otros los entroniza.
Creo que la guerra apenas ha comenzado para México. ¡Cuánto siento que mi espada no pueda seguir ya defendiendo a mi patria!
Mi hijo le pertenece a Zacatecas para que lo eduque el Estado si llego a faltarle.
Antes de partir y por medio de esta carla, les dejo un recuerdo de amistad a los amigos del supremo tribunal, a los del congreso, a los empleados de la secretaría del gobierno y de la aduana y sobre todo le dejo mi corazón a Zacatecas.
Usted que es actualmente gobernador de ese Estado dígale: que centenares de sus hijos, selIaron con su sangre la independencia de su patria, y que los otros menos afortunados, salen presos para Europa, pero dígale tambien que el nombre de Zacatecas se conserva puro.
Adiós amigo mío, un abrazo a la tamilia. — Jesús González Ortega».