POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA OFICIAL DE ZACATECAS (MÉXICO).
Estuvo en la ciudad de #Zacatecas.
El enigmático Gregorio López.
Y también estuvo en los actuales municipios de #Villanueva y #Jerez.
¡Te platico una obra! #ColeccionesDelVirreinato:
Gregorio López. Autor desconocido. Siglo XVIII. Óleo sobre tela…
El personaje de este cuadro aportó valiosos conocimientos medicinales que han entrelazado la tradición europea y la prehispánica, mediante su libro Tesoro de medicinas para todas enfermedades.
En su época, el manuscrito se distribuyó sin estar impreso y fue de gran ayuda para atender los problemas de salud más comunes, como la mordedura de perro rabioso, los ojos salidos afuera, la orina que se detiene, la orina podrida o materia en el caño, o las piedras en la vejiga o riñones, entre muchas otras dolencias.
Gregorio López, “Venerable Varón” o el “Siervo de Dios”, como era conocido por su condición de ermitaño, no obtuvo un título médico, sino que sus conocimientos fueron resultado del empirismo adquirido mientras vivió en lugares remotos donde no había ni cirujanos ni boticas.
Nacido en España en 1542, llegó a Veracruz a los veinte años. Vivió siete años al lado de los chichimecas en Zacatecas; posteriormente, en el Hospital de Santa Cruz de Oaxtepec, donde se cultivaban plantas medicinales, tuvo oportunidad de reflexionar sobre los remedios basados en la herbolaria.
Pasó sus últimos años en el pueblo de Santa Fe en Tacubaya, cerca de la ciudad de México. Su obra permite acercarnos a las prácticas populares de la medicina en el siglo XVI.
Créditos:
Texto: Alejandra Cortés, investigadora del Museo Nacional del Virreinato. México.