POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA OFICIAL DE ZACATECAS (MÉXICO).
#Zacatecanos en la historia nacional.
José Manuel Caloca Larios.
Fue un cadete #zacatecano que acompañó al presidente Madero en la Marcha de la Lealtad, el 9 de febrero de 1913.
Les compartimos algunas de las últimas fotografías de Francisco I. Madero en vida, tomadas por Agustín V. Casasola durante la Marcha de la Lealtad, escoltado por los cadetes del Heroico Colegio Militar, entre ellos, José Manuel Caloca Larios. Era originario de Teúl de González Ortega, #Zacatecas y su vida estuvo siempre acompañada de grandes episodios que honran a su familia y al pueblo zacatecano.
Estamos en la Decena Trágica.
Fuentes y fotografías: #archivocasasola y Crónica de Zacatecas.
Algunos datos del suceso que hoy conmemoramos:
El 9 de febrero de 1913 un golpe militar encabezado por los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz se gesto para derrocar al presidente Francisco I. Madero. Felipe Ángeles, recientemente había recibido su ascenso a General Brigadier, era Director del Colegio Militar, se encontraba comisionado en el estado de Morelos, con la misión de pacificar a los zapatistas, es por esto que Felipe Ángeles no se encuentra en la ciudad cuando se dan los acontecimientos de Palacio Nacional; sin embargo, ordena al director interino que los cadetes del Colegio Militar escolten al presidente Madero del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional, este evento es conocido como: «Marcha de la lealtad».
Mientras todos los altos mandos federales conspiraban contra el presidente Madero, el General Ángeles se había mantenido leal a éste, Madero decide ir por Ángeles a Cuernavaca, y él, con 3,000 de sus hombres brindan protección al Presidente.
Ya en la ciudad de México, Madero le da la comandancia de la guarnición de la ciudad al General de División Victoriano Huerta. Mucho se cuestiona al General Ángeles en estos hechos por qué no actuaba en contra de Huerta; no olvidemos que Ángeles es un militar formado bajo los principios de lealtad, honor y disciplina, y aunque ambos son generales, Huerta era superior dos grados más que Ángeles, esto en el escalafón militar es muy significativo, por lo que debemos ubicarnos en su tiempo, donde no se permitía un acto de insubordinación. Tal vez Ángeles esperaba que Madero ejerciera su autoridad y le ordenara relevar a Huerta. Esto no sucedió.
Ángeles sabía que pasaba algo extraño con Huerta, se sabe, según los informes, que el General Felipe Ángeles era el único que cañoneaba efectivamente la Ciudadela, dónde se situaron los rebeldes.
El 18 de febrero, el presidente Francisco I. Madero y el Vicepresidente José María Pino Suárez son apresados en Palacio Nacional por orden directa de Huerta, quien, ya en Palacio Nacional pide al General Ángeles que vaya a verlo “para recibir órdenes”. Al llegar, Huerta le informa que Madero ha sido detenido y junto con ellos, lo mandan a la Intendencia, donde se encontraban Madero y Pino Suárez. Al preguntarle Ángeles a Huerta qué estaba pasando, recibió como respuesta «Viva la República» y esto mismo contestaría Ángeles a Huerta mediante un telegrama en junio de 1914 al haber tomado #Zacatecas.
El 19 de febrero, Huerta asume la presidencia de la República, después de un brevísimo mandato de 45 minutos de Pedro Lascuráin. El 22 de febrero de 1913, Victoriano Huerta, Manuel Mondragón, Félix Díaz y Aureliano Blanquet decidieron el asesinato de Francisco I. Madero y Pino Suárez. Huerta ordenó que el General Ángeles fuera enviado a prisión. Seis meses después, se conmuta la prisión por el exilio.
Días después de los cobardes asesinatos, el ingeniero Manuel Medina Garduño, realiza una denuncia acusando a Ángeles de mandar fusilar a su hijo en los hechos de la Ciudadela, cuando éste fue a arengar a la tropa para que se pasara al lado de los rebeldes, el 3 de abril se ordena su arresto y se inicia un juicio en su contra por «Violencia contra las personas en general».
El 29 de julio de ese año se ordena su libertad para que se embarcase rumbo a Francia, siendo el verdadero propósito de la supuesta comisión, expulsarlo del país.
En su expediente militar, firmado por el entonces oficial mayor, se dice: “Dispone el Presidente Interino de la República que el General Brigadier de Artillería Felipe Ángeles, marche en comisión del servicio a Francia, autorizándolo para viajar en territorio de dicho país, con objeto de hacer estudios sobre Materiales de Artillería”
Su prestigio en el Ejército Federal lo salvó ese día de ser asesinado pero su ejecutor y su destino lo alcanzarían seis años mas tarde.