POR MANUEL GONZALEZ RAMIREZ, PRESIDENTE DE LA FEDERACION DE ASOCIACIONES DE CRONISTAS DE MÉXICO.
Aquí, desempolvando la alacena para los preparativos de la cena de la #NocheBuena.
Cada quien celebra como quiere y como puede. Felices fiestas tengan todos ustedes.
Les comparto una imagen muy elocuente de una alacena tradicional del antiguo México que en realidad se le considera como el bodegón de mayor valía de la época virreinal de la Nueva España.
Su autor es Antonio Pérez de Aguilar, un pintor de Nueva España, alumno del ilustre maestro Miguel Cabrera.
La obra simula una alacena ubicada en el nicho de un muro al que se le colocaron dos tablones a manera de repisas; la estantería está resguardada por un cristal sostenido por un delgado marco de madera y una cerradura al centro del larguero izquierdo, de donde cuelgan unas llaves. En la repisa inferior están colocados objetos de las tradiciones indígena, china y española.
De la primera se aprecia el tompeate, o cesta de palma; las jícaras para el chocolate: una sobre la jarra chocolatera de cobre martillado y otra detrás de ésta; además del coco labrado con guarniciones de plata, que también servía para tomar esta bebida.
De tradición china se observa el plato de porcelana azul y blanco. Y de tradición española son la jarra chocolatera, el vaso y las botellas.
Sobre la repisa central aparecen: dos platos de plata de bordes escarolados; frente a ellos, cuatro cajas de madera para contener cajeta u otro tipo de confitura.
En el centro hay dos panes de trigo y atrás de ellos, un tarro mielero cubierto por un trapo y el mango de una cuchara que sale por su boca; por último, a la derecha un barril que podría contener aceitunas u otro tipo de alimento en salmuera, cubierto por un plato.
Almacenada en la repisa superior hay una serie de objetos que se relacionan con las artes: libros y apuntes, instrumentos de cuerda, una paleta y unos pinceles, además de una escultura de un Niño Dios y una sierra.
Esta obra es parte del acervo del Museo Nacional de Arte. México.