POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
No está para muchos trotes el Rey Juan Carlos I. Necesita nueva prótesis en el fémur cojonero. Y en el hospital Quirón, nombre del centauro hetero y cirujano y cetrero, le han dispuesto habitación.
Que salga entera del trance Su Majestad soberana, teniendo cual tiene gana de que España avance, avance. Avance bajo su amparo sin riesgo de abdicación. El hecho no es nada raro tratándose de un Borbón.
Lo primero es lo primero: sentirse al pie de la calle hasta que el rumor se acalle manteniéndose encimero. Después…después ya veremos cómo Felipe se engalla y se abate la farfalla de los tristes y los memos.
De momento Rey habemos. Salud, Señor. Larga vida. Con ella al pueblo convida a espantar lo que tememos.
(Esta Crónica se ha escrito al estilo del Pulgar que entró en Granada el bendito con un “Ave” en el puñal)