POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID)
El jueves 8 de mayo de 1884 el diario oficial de avisos de Madrid se acordó de dos mozos de Valdepiélagos.
Para ir a la mili se tenía que ser quinto. Esta palabra y su sistema fue introducido a principios del siglo XVIII por los Borbones, copiando lo que se hacía en Francia. Y consistía en escoger para el servicio a una quinta parte de los mozos en edad militar. Y ya nos contaba Anatolio, insigne cronista, que tanto los que entraban en la caja de reclutas, que eran los quintos de ese año, como los que entrarían al año siguiente se reunían junto a primos, amigos y hermanos. Cogían una cesta grande e iban por todas las casas pidiendo huevos. Con ello se comía y cenaba un par de días. Había alguna fiesta de quintos que hasta se mataba un cordero. Por el día los quintos con guitarras rondaban a las mozas y por la noche había baile para todo el mundo, que lo pagaban ellos mismos.
Manuel Pascual Frutos fue tallado. No sabemos con seguridad pero quizás con un artilugio como el que aún se conserva en Valdepiélagos. Su altura era de 1,560 milímetros y esto, no le clasificó como exento para hacer la mili. La noticia era al menos, preocupante. Manuel pasaba del estado de recluta para caso de guerra a activo. Vamos que, le movilizaban. Habrá que investigar más allá.
Manuel Pascual Frutos era hermano de mi bisabuela Ceferina, madre de Casimiro y Emigdio de las Heras. Manuel y Ceferina eran ambos hijos de Manuel Pascual e Higinia Frutos, mis tatarabuelos. Y tatarabuelos también de muchos “primos míos” de Valdepiélagos y Talamanca. Manuel Crisanto, como fue bautizado el 28 de octubre de 1863, por el cura párroco Don Julián del Valle y Toledano, había nacido el 25 de octubre. Sus abuelos paternos fueron Toribio Pascual y Clotilde Fernández, y los maternos fueron Gregorio Frutos e Isidra Moreno, que a la vez, fueron los abuelos de Anacleto Frutos Rojo, padre de Daniel, Blas, Alejandro, Marcelina y… Antonia, que se casó con Emigdio de las Heras, mis abuelos. Con lo que podemos afirmar que la sangre de los valdepielagueños ha tenido muchos cauces y cruces.
Y pareciendo que el sistema era de según ascendías en el peligro sustituían al siguiente en la lista pues, a otro mozo, Deogracias Serrano Sanz, le pasaron a recluta disponible, justo el lugar que dejaba Manuel.
Un 8 de mayo de 1884 dos mozos de Valdepiélagos salieron en el diario.