Esta mañana Pedro Cabrera y yo, nos hemos acercado al CRA «El Jarama», en Valdepiélagos, para enfrentarnos al evento más especial de la conmemoración en nuestra villa: la presentación del Fuero a los alumnos de primaria.

Un chaval se acercó a la puerta.

-Hola, ¿eres Agustín?

Le asentí. Y salió corriendo hacia dentro.

-¡Es Agustín, es Agustín! .

Pedro les preguntó que si sabían quién era él. Varios contestaron

-Pedro, eres Pedro – dijeron.

-Pedro, ¿qué más?

-Pedro Cabrera, el alcalde -dijo una chiquilla.

Entonces me presentó.

-Este es el cronista oficial de Valdepiélagos, Don Agustín de las Heras.

-Agustín… para vosotros soy Agustín.

Luego les preguntó que si sabían que era un cronista… y ahí empezó todo.

Les contó que hace 800 años ocurrió un hecho importante. Y que este fin de semana lo celebraríamos en Valdepiélagos. Y me dió la palabra.

Les pregunté que me dijeran palabras relacionadas con la Edad Media. Uno levantó la mano, hierro, dijo. Luego otro, espadas. A continuación ya ni levantaban la mano, castillos, caballeros. Una niñita rubia levantó la mano.

-A ver, dime – le dije.

-Uy, ya no me acuerdo.

Les pregunté también que si sabían situarme Valdepiélagos en un mapa. César buscó uno. Otra niña me dijo que ella era capaz. Extendió el mapa frente ella. Y ahí estaba la península ibérica, con rios y montañas.

-No, en ese no – dijo la princesa- el que está pintado por comunidades y nombres.

César le dio la vuelta y vimos un mapa con ciudades y comunidades. Ella se levantó y señaló la comunidad de Madrid.

-Perfecto -le dije- Gracias.

Les conté que había una villa llamada Talamanca con sus aldeas que formaban una Comunidad de Villa y Tierra. Que sumaban once y todos eran pueblos de alrededor. Les invité a adivinarlos. Y empezaron a levantar la mano.

-¡Valdeolmos!

-Sí.

-¡Algete!

-También.

-¡Caraquiz!

-No, ese no.

-¡Mesones!

-Tampoco, Mesones pertenecía a otra comunidad.

-Valde… – empezó Pedro.

-¡Valdetorres! – gritaron varios.

Y asi dijeron todas las aldeas.

Les conté que en el mapa había una frontera entre cristianos y musulmanes. Pero que eran cristianos y musulmanes distintos, de otra época. Les expliqué que la frontera se movía, primero hacia el norte, luego hacia el sur y en medio había una tierra de nadie donde era muy difícil sobrevivir.

-¿Y los visigodos? me preguntó un avispado.

-Los visigodos estaban antes que hubiera frontera.

Les habló Pedro que el señor de estas tierras era un arzobispo, Don Rodrigo Jiménez de Rada.

-¿Sabéis que es un arzobispo? – les preguntó Pedro.

-Don Florentino – contestó uno

-No, no, es más.

Les hablé de una batalla, la de las Navas de Tolosa, y que no podían nunca olvidar su fecha que era muy fácil, 1212. Y que Rodrigo sirvió a la corona concediéndole el rey territorios.

Después de unas risas les he preguntado que si ellos fueran los señores de estas tierras de frontera, qué darían a los aldeanos para que vinieran a vivir aquí.

-Comida… dinero… Protección…

Y en ese momento les he contado lo que era un Fuero, privilegios para los pobladores en forma de, que podían pagar para no ir a la guerra, cuánto debían pagar según ganasen, cuándo no debían pagar, que debían alimentar al señor y a su séquito cuando pasaran por este territorio…

Les he preguntado que si sabían cómo se decía en la edad media, pagar tributos. Pechar, les he dicho.

Y entonces todo se ha acelerado. Ya sabían lo que era un fuero, que fue en la edad media, que ese 800 aniversario iba a ser en Valdepiélagos este fin de semana, que habría juegos el domingo para ellos.

Pedro les ha hecho un ejemplo de contrato como si se tratara del fuero. Julián, un avispado valdepielagueño se ha prestado voluntario. El alcalde ha cogido un folio y lo ha doblado por la mitad. En las dos mitades ha escrito: la casa es de Julián. Han firmado Julián y el Alcalde. Y luego Pedro ha puesto el abecedario en la mitad, donde la doblez. Y lo ha separado quedándose cada uno una parte. Así han entendido el documento del fuero que hay en Toledo.

El alboroto iba alborotando, las barreras caían, ya nos consideraban de los suyos.

César me ha dicho que si podía contar lo de la bruja. Y de Maria de Espolea me he ido hasta Alejo Vera de una forma sutil y rápida. Y les he hecho comprender que Valdepiélagos tenía historia. Y que personajes con sangre de esta villa habían sido importantes en la vida.

Y ya terminando les he dicho que me preguntaran lo que quisieran. En ese momento me he dado cuenta del error. Uno de ellos ha levantado la mano y como si yo tuviera todas las respuestas ha preguntado al cronista.

-¿Dios existe?

No lo esperaba.

-Verás, este cronista no lo sabe. No puedo afirmar que Dios exista o no.

Pedro le ha dicho que esa respuesta la debia buscar él a lo largo de la vida.

Se acercaba el recreo y por tanto el sonido liberatorio de nuestra campana.

Y mientras nos daban las gracias, me he dirigido a ellos por última vez y les he preguntado:

-¿En qué fecha fue la batalla de las Navas de Tolosa?

-¡1212! -, dijeron varios.

-¿Y cómo se llamaba pagar impuestos en la edad media?

-¡Pechar!

Hoy he visto ganas de conocer el pasado, de saber de dónde venimos, de qué ocurrió en la tierra que compartimos y descubrir la historia que nos une.

Creo que lo hemos conseguido.

@agustindelasheras

@cronistadevaldepielagos