POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID)
Siempre que he tenido oportunidad he aprovechado una conversación con aquellos que han vivido vidas intensas. Y sus experiencias son lecciones de vida para aquellos que caminamos detrás.
En Brazacorta, en los tiempos de Juanjo, otra de las personas con las que merece la pena compartir un instante, coincidía en la barra del bar con Goyo, Gregorio Aguilera, padre.
Para mí era un placer escucharle. Era una fuente de conocimiento del campo, de la ribera del Pilde, de las viñas, de las gentes. Era uno de los muchos cronistas anónimos y olvidados que desean transmitir su conocimiento a aquellos que deseen aprender lo que nadie es capaz de enseñar.
Sentí su muerte, como la de todos aquellos que me hicieron feliz con sus palabras y el brillo de sus miradas.
Ayer puede conversar con su hijo en el mismo lugar. Goyo, Goyito, es digno hijo de su padre. Es una persona con criterio, ávido de mostrar sus ideas y sobre todo a escuchar las opuestas. Aunque nadie le haya hablado del raciocinio lo lleva dentro. Es una pura genética de cómo era su padre.
Y lo que también comprobé en los diálogos con su hijo Efrén es que es un buen padre.
Goyo tiene claro la función social de aquel que se da a los demás, sin necesitar galones ni prebendas que algunos buscan en la política.
Mi ilustrísimo amigo es ilustre y no lo digo yo. Lo dicen en el programa de las fiestas de este año del lugar donde vive, Quintanadueñas, Burgos, del 2 al 7 de octubre. Se refieren a él como ilustre vecino.
A este alcobeño de raíz soriana, Alcoba de la Torre, aquella a la que Almanzor arrasó, le han terminado de conocer sus actuales vecinos.
En su persona se materializa el sentimiento de comunidad, la cooperación entre vecinos, la participación interesada… Y se ha dado cuenta que esta sociedad tan en la nube puede encontrar verdaderos valores en el deporte.
Propugna ante los padres el beneficio de una vida activa frente a las pantallas de los móviles.
Desde el marco del Club Deportivo Popular Cigüeños dibuja en los jóvenes una salud no sólo física sino también mental y emocional.
Y sin duda hará de 3000Quintanadueñas un pueblo más fuerte, unido y solidario.
Gracias Goyo.
FUENTE: https://cronistadevaldepielagos.blogspot.com/2024/09/cronica-goyo-aguilera-de-blas.html