POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID)
Desde que era consciente de pisar las calles de Valdepiélagos me di cuenta de la riqueza que existía en las conversaciones entre vecinos. Y que compartían expresiones que eran nuestras y de nadie más.
Era cuestión de encontrar a primas, primos y familia y de escuchar su «¿Pero habéis venido?» Como sinónimo de hola cuánto tiempo, qué alegría de veros…
Y en cualquier conversación introducir su aseveración afirmando con un» ya ves». Para mí la más importante y diferenciadora.
O simplemente afirmar, nos gustara o no, que lo que nos acababan de decir es justo lo que ya esperábamos con un «pa chasco».
O advertir que si seguías por ese camino te iban a dar un «pescozón».
O expresar un «no te fastidia» con jota (a buen entendedor…) diciendo nuestro «no te amuela».
En fin, enriquecer nuestra lengua con nuestros dichos haciendo única a nuestra gente.
Os ruego no olvidéis estas expresiones, es más, compartir aquellas que os decían vuestras madres, vuestras abuelas y que en ningún otro sitio podréis oir si no es en Valdepiélagos.