CRÓNICA: PRESENTACIÓN DE HISTORIA DE UN PATIO. VALDEPIÉLAGOS 15 FEBRERO 2025
POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID)
Ayer empezó el dia nublado pero al final las sonrisas iluminaron el sábado.
Tuve que visitar el tanatorio ya que la moira Átropos había cortado el hilo de la vida de la madre de un amigo. Láquesis no quiso hacer girar más su rueca.
Me gusta conducir por las carreteras que unen los pueblos y separan montes y llanuras. Tierras donde el jabalí y el corzo ya andan a sus anchas. Y donde la avutarda se esconde para todos menos para a los que regala sus existencia. Yo aún no la he visto.
Llegar al cruce y tomar el camino de Valdepiélagos ilumina la paz que llevo dentro. Aunque la imagen de aquel túnel de olmos abrazados con sus ramas nos la robara la grafiosis.
Pasar por el camposanto es recordar a mi madre que, una vez más, no me podrá acompañar en un descansillo de la vida que debería ser de felicidad plena. Pensaba que mi amigo al menos había vivido más del doble de años con su madre que la que yo pude vivir con la mía. Y mi corazón estaba con él para abrazar su ánimo.
Pero aparcar en la plaza me devuelve a la alegría de estar en mi tierra.
Elisa y MariCarmen, almas de lo que acontece gracias a ellas, me esperaban. Y bajando por la calle hacia el Centro Cultural me ha regalado una de las mejores estampas de este pueblo. La iglesia con su espadaña y, el cerro San Pedro a lo lejos. Aunque Nuestra Señora de la Asunción se había quedado sola y vacía por la repentina muerte de Don Alberto.
Vivid la vida, viviros unos a otros cada instante, porque quizás no haya mañana.
Doy gracias a la Asociación de El Pilar por la organización. Eso lo primero.
Llegada la hora de la presentación el centro ha pasado de unas pocas socias y yo que departíamos sentados, a un lleno que no sé si merezco.
Elisa, sin ni siquiera micrófono, ha presentado el evento mostrando la fuerza de quien crea para los demás en el 40 aniversario de la Asociación. Las cosas no se hacen solas. Y si no fuera por ellas un pueblo estaría sin alma. Aunque Valdepiélagos tiene el gen especial que hace que todos se muevan creando actividades que llevan el nombre de esta villa muy lejos.
Qué gran ponente es LuisMaria LuisMa Ría , que suerte que accediera a decir unas palabras en la presentación de Historia de un patio. Agradezco tus palabras, tu presencia y tu conocimiento. Qué razón tienes cuando dices que somos parecidos, que nos mueve la historia, la tradición pérdida, la lectura y el aprendizaje individual que luego nos gusta regalar al resto. No tengo palabras para agradecerte que estuvieras a mi lado.
A continuación he presentado el libro.
He cambiado el mensaje que di en Madrid, a un público que había pisado realmente escuelas, las de los pueblos. Me he presentado para los pocos que no me conocían y les he llevado al pasado común de las niñas y niños que estudiamos en la EGB. Les he mandado mensajes como el que hay que vivir y vivirnos como lo hacíamos en ese momento o como lo hacemos arropando la rondalla o cuando crean un belén viviente. Porque al final, al cabo de tres generaciones, todos somos olvidados.
El momento de la firma, bueno de alrededor de más de cincuenta por como ha quedado la vacía caja de los libros, es el momento más entrañable.
A diferencia de Madrid aquí me dieron todo el tiempo y pude charlar e intercambiar palabras con momentos individuales que no sabéis como os agradezco.
No puedo dejar a nadie fuera por eso no quiero nombrar a nadie. Pero sabed que vuestras miradas, vuestras sonrisas, vuestros abrazos, me los llevo en el alma.
El ágape preparado como no por Elisa y Mari Carmen, y la asociación en si me ha permitido hablar con casi todos.
Gracias familia, valdepielagueñas y valdepielagueños, amigos todos. Me llevo vuestro amor, cariño y afecto.
Qué fácil es seguir el camino de la vida a vuestro lado.
