POR ÁNGEL DEL RIO. CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE
En el calendario chino, el año que acabamos de estrenar, es el de la cabra; aquí, en España, es el del cabreo. Hemos dejado atrás un año difícil y comenzamos 2015 con un nivel de alto riesgo en la política, y los efectos colaterales que produce ser un año doblemente electoral: comicios locales y autonómicos en mayo, y,previsiblemente, generales, en noviembre.
Desde el punto de vista político, los dos grandes partidos, PP y PSOE, tienen un nombre que envenena sus sueños de victoria: Podemos. Por otra parte, para Izquierda Unida, no es que Podemos envenene sus sueños, sino que se los arrebata antes de poder soñar.
En lo social, en un año agitado por las urnas, los sindicatos retoman el protagonismo, y serán el ariete de la izquierda, buscando los flancos vitales a la derecha. Asistiremos en España, pero sobre todo en Madrid, al año europeo de las huelgas, manifestaciones y concentraciones.
Los sindicatos harán causa común con la izquierda para derribar al PP, y el gobierno de Mariano Rajoy les agradece el detalle rebajando las penas de cárcel para aquellos piquetes que coaccionen, hostiguen, presionen y ejerzan la fuerza bruta contra los esquiroles, o incluso sustituir la penas de privación de libertad por multas que nunca llegarán a pagar, aunque la verdad es que poco cambian las cosas, pues no conozco a ningún miembro de piquete que haya cumplido pena de cárcel por agresiones o coacciones, y haberlos, los ha habido. Año chino de la cabra; año cristiano del cabreo. Ya lo verán.
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