POR ÁNGEL DEL RIO, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE Y MADRID.
Las elecciones europeas las ha ganado el amigo imaginario: el Partido Abstencionista, tanto en el ámbito nacional como en la Comunidad de Madrid. El PP perdería la mayoría absoluta en la Asamblea regional y en el Ayuntamiento de la capital; el PSOE también pierde apoyos, y aunque IU sube, pasa de la tercera a la quinta posición. Irrumpen en el panorama de la política representativa algunos partidos minoritarios, anti sistema, como
Podemos, con unas propuestas más propias del país de las mil maravillas, que de un país en el que lo que menos se necesitan son utopías irrealizables. Los dos grandes partidos tienen un año por delante para cambiar la tendencia de voto, y aunque los resultados de estos comicios no se pueden extrapolar a unas generales, autonómicas o municipales, sirven al menos para medir el estado de ánimo político de una sociedad.
Se decía que las elecciones europeas tenían escaso interés.¡Pues menos mal!, porque han pasado por la geografía política española como un tsunami, que se lleva de la política activa a uno de los personajes que más tiempo llevaba en primera línea: Alfredo Pérez Rubalcaba, y a otro histórico, Patxi López, además de causar graves destrozos en la concordia interna del PSOE, donde unos tratan de ponerse a salvo del naufragio y otros quieren ser pescadores en aguas revueltas.
Aunque el tsunami de las europeas ha causado menos destrozos en el PP, también hay daños internos en forma de discrepancias, y hay varones que piden un cambio en la actitud del gobierno, y sobre todo, una nueva forma de comunicar a la sociedad. Esperanza Aguirre ha vuelto a ser la voz que clama en lo que pretende ser un desierto de discrepancias. Y de esta panorama confuso que han dejado las denostadas elecciones europeas, ha emergido, pescando en agua revueltas, un líder joven de nombre histórico para el socialismo, Pablo Iglesias, aunque en este caso no lidera un proyecto socialista obrero español, sino una idea utópica de consecuencias imprevisibles, contaminada de demagogia y radicalismo, que se llama Podemos.
Fuente: <a href=http://gentedigital.es/comunidad/angeldelrio/> http://gentedigital.es/</a>