POR JUAN FRANCISCO RIVERO, CRONISTA OFICIAL DE BROZAS (CÁCERES)
La villa cacereña de Las Brozas no fue una excepción en el campo de la interculturalidad de sus habitantes. En la villa, como en casi todas las localidades de Extremadura hubo una comunidad cristiana, otra musulmana y una judía.
El estudioso del mundo judío en Extremadura es, por excelencia, Marciano Martín Manuel, más conocido como Marciano de Hervás, a quien me encontré recientemente en el VI Congreso del Mundo Judío en Zamora.
Ha estudiado las poblaciones de judíos en Hervás, Coria, Granadilla, Plasencia y Trujillo. A la capital castellano-leonesa le llevó a presentar su novela “La llama azul”, con un tema apasionante del judío imaginario en la historia y en la narrativa extremeña. Llevó un solo ejemplar de su libro “Abraham Zacuto, el astrólogo de don Juan de Zúñiga”, publicado en 2010.
Marciano estudia principalmente a don Juan de Zúñiga en el cuatrienio de 1485 a 1488 que es cuando rige los destinos de la Orden Militar de Alcántara y fue su último maestre. Le acompañaban en sus cortes de Alcántara, Brozas, Zalamea de la Serena y Villanueva de la Serena otros grandes personajes de la talla de Elio Antonio de Nebrija; su hijo Marcelo, comendador de la Puebla, y el astrólogo el judío Abraham Zacuto. Fue don Juan de Zúñiga un hombre de letras y también de armas al participar en marzo de 1487 de la conquista de Vélez – Málaga y también de la fortaleza de Málaga ciudad.
Precisamente para la conquista de estos territorios musulmanes de la Península, Marciano de Hervás indica que los Reyes Católicos solicitaron impuestos “a las comunidades hispanomusulmanas residenciadas en los episcopados de Coria y de Plasencia. Tuvieron que satisfacer a la Corona de Castilla las gabelas extraordinarias para ayudare en la financiación de la campaña bélica contra sus correligionarios musulmanes del Reino de Granada”, según se cuenta en el Archivo General de Simancas, había poblaciones musulmanas en Brozas y otras localidades cercanas como Alcántara, Ceclavín, Valencia de Alcántara, Cáceres y Trujillo, entre otras.
Igualmente había comunidades judías en estos territorios alcantarinos, como Brozas, Alcántara, Valencia de Alcántara y Gata, según el investigador valentino Francisco Galavís Bueno en su obra “Consideraciones sobre el Barrio Gótico de Valencia de Alcántara”, quien contó con la colaboración de los historiadores Bartolomé Miranda Díaz y Dionisio A. Martín.
El autor hace una disquisición argumentando Antonio de Nebrija debió pasar, con Abraham Zacuto, una temporada que en Las Broças una temporada entre los meses de enero y febrero de 1487, mientras Zúñiga acompañaba a los reyes por tierras andaluzas. Ambos intelectuales charlarían y discutirían en mi pueblo sobre sus teorías gramaticales y astrales, uno escribiendo allí parte de su Diccionario, como explicaría El Brocense en su prólogo de su obra “Minerva” y el otro tal vez intentando realizar la carta astral de su amo, el maestre alcantarino.
Algunos expertos consideran que la judería de la villa de Las Brozas se encontraba en una barriada cercana al templo de los Santos Mártires, delimitada por la calle Mártires, Hornos, Capitán Herrera y Cuesta manopla que llegaría hasta la plaza de la Encomienda, incluso alguien delimitó el número de sefarditas en esta localidad extremeña.
En el reciente congreso de judíos celebrado en Zamora dos expertos, una cubana y un español, la primera en Miami, y el segundo en Jerusalén estudian las genealogías de los judíos sefarditas, uno de los cuales es el famoso cantante israelí David Broza, quien me dijo que su familia poseía la llave de la casa de Las Broças, antes de su expulsión hacia Portugal en 1492. Sin duda alguna, estos temas hay que estudiarlos y divulgarlos.
Fuente: https://cronistadelasbrozas.blogspot.com/2018/07/los-judios-en-la-villa-de-las-brocas.html