POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
Curiosidades de la historia o en busca de los orígenes de lo que ahora tenemos y disfrutamos.
Inventos y legados de los romanos.
Imaginemos que vamos circulando en nuestro vehículo por una carretera. Es de noche y está lloviendo. La visibilidad no es muy buena.
Negra la noche. Negro el pavimento. Y por si fuera poco, cae la lluvia y hay algo de neblina. Y para colmo, las líneas de las carreteras se han hecho invisibles por el desgaste y la suciedad. Sería un acto suicida conducir con estos inconvenientes.
Afortunadamente, sobre todo en las carreteras federales y autopistas hay mantenimiento constante de las líneas y cuentan con vialetas reflejantes. Un invento que ya utilizaban los romanos que fueron grandes constructores de caminos a lo largo de su imperio.
Les comparto una fotografía en detalle de una calzada romana en Pompeya del siglo I. En Roma, las calzadas incorporaban pequeñas piedras blancas (ojos de tigre) entre las losas para reflejar la luz de la luna y simular el efecto de farolas lo que facilitaba caminar por la calle al anochecer. Hoy las conocemos como vialetas reflejantes que resultan tan útiles como en el pasado remoto. Y así se podía transitar de noche sin tantos inconvenientes