POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO SÁNCHEZ Y ÓSCAR DE SAN MACARIO, CRONISTAS OFICIALES DE TRUJILLO Y CASAS DE DON ANTONIO (CÁCERES)
La ermita de los Hitos se encuentra a 3 km. al sureste de la población. En la explanada de la ermita de los Hitos se conserva un magnífico crucero. Es importante destacar que hito, en la mayoría de los casos hace referencia a piedra hincada, miliario.
El cronista de la Orden, Frey Alonso Torres y Tapias, indica que ya existía en 1235 [1]. A finales del siglo XIV el maestre Yáñez de la Barbuda fue aconsejado por Yago, ermitaño de la Virgen, para que emprendiera una cruzada con el fin de recuperar Granada de manos infieles. Barrantes Maldonado [2], apunta que a finales del siglo XIV se reformó la antigua ermita por otra «de nueva cantería pues la anterior era de mampuesto. Esta obra finalizó el 15 de abril de 1402». Las costas de la reconstrucción fueron sufragadas por el Concejo de Alcántara, devotos de la Virgen y los bienes de la ermita.
Tras las guerras con Portugal la ermita fue destruida al explotar un polvorín instalado en ella. No se vuelven a tener noticias hasta 1768, año en que se reedificó en el mismo enclave. El patronazgo de Nuestra Señora de los Hitos siempre lo ostentó el concejo de Alcántara, que nombraba mayordomo todos los años. Este mayordomo administraba sus rentas y daba cuentas al término de su mandato.
El crucero posiblemente date del año 1768, aunque no hay inscripción que lo confirme ni datos en los libros de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Hitos, pero la tipología de la cruz corresponde a ese período. Se alza sobre un graderío circular de tres escalinatas de cantería, con fuste cilíndrico y rematado en capitel fasciculado sobre el que se apoya una cruz muy deteriorada. La cruz, como señal del cristiano, aunque a veces se haga por costumbre, se sigue utilizando por algunas personas piadosas, más o menos practicantes, pero siempre confiadas en el rito y en el símbolo. En definitiva, el resultado final es la construcción de una ermita en una encrucijada, o junto a un camino, con una cruz en su frente levantada sobre un podio escalonado que servía para reposo del viajero y la plegaria. Las cruces erguidas en la segunda mitad del siglo XVIII tienen la particularidad de que la escala de la cruz se reduce y los brazos se tornean imitando labores de orfebrería: son la traducción en piedra de las cruces procesionales barrocas.
NOTAS:
[1] Lic. Frey D. Alonso de Torres y Tapia: Cronica de la Orden de Alcantara. Impresa de orden del Rey N. S.or a consulta de su real y supremo consejo de las Órdenes Militares. Imprenta de Gabriel Ramírez, Madrid, 1763, p. 155 y 278.
[2] B.N.E. Mss.-17.996. Noticias de Alcántara escritas por Pedro Barrantes Maldonado en 1572, recogidas y anotadas en 1722 por don Fabián de Cabrera y Barrantes fol. 6.