POR JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO, CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA Y DE CARAVACA (MURCIA).

Hoy, cinco de mayo, en circunstancias normales, la Ver, Cruz de Caravaca, durante el crepúsculo primaveral, regresa, a su real Basilica en su carroza de plata entre el silencia de las gentes que han vivido intensamente sus cinco días de fiesta. Hasta el sonido de las gotas de cera de los cirios se escuchan al caer, y el de las varas del palio al chasquear el suelo. Sólo el sonido de la dulzaina anima la despedida a la Patrona. Moros y cristianos con antorchas encendidas y representantes todos de la Fiesta y la ciudad acompañan a la Reliquia en su despedida. Ya en la lonja del Castillo, el sacerdote bendice con la Cruz al pueblo, al campo y a sus gentes. Ojala en 2022, todo vuelva a la normalidad

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