POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
En el año 1965, Emilio Macarro, José Luis Sánchez, Constancio Cutanda y Argimiro Rodríguez Jerez hicieron sus primeros pinitos empresariales montando “El Cortijo”. Arrendaron el solar que estaba en la esquina contigua al Fogón (antes piscina-bar Cavi), lo vallaron con tablas que regaló o al menos no cobró Miguel Escrivá, pusieron dentro del local algunas encinas, un escenario, una pista de baile y un bar. Éste lo regentó el conocido, magnífico restaurador y buen amigo Aurelio Mejías, primer introductor del whisky en Montijo. La ruina estaba asegurada, pues durante toda la Feria hizo un tiempo gélido y se preveía que nadie acudiría a la Caseta del Cortijo, pero la Providencia ayudó haciendo realidad una idea de Antonio Sánchez, (alias el Granaíno) al que le impusieron por ello y por su gran colaboración la bellota de oro.
Se pusieron las mesas alrededor de unas pilas de leña y hacían unas hogueras con estos troncos de encinas. Fue todo un éxito, pues la caseta todas las noches tenía un lleno hasta la bandera. Al ritmo de la orquesta Montecarlo las parejas llenaban y bailaban en la pista. Entre otras actividades hubo un animado y ambientado baile de disfraces en el que recibieron los premios los mejores disfrazados: Antonio Marín el individual, y por parejas, Francisco Serrano, Francisco Carretero y Alejandro Santamans cada uno con sus respectivas novias. La elección de mises recayó, tras una difícil pero justa decisión del jurado, en Trinita Sánchez, María Teresa Vila y Mary Tere del Valle.
Entre las bebidas tuvo un enorme éxito el “Cortigin” (en honor de la ginebra, uno de sus contenidos), compuesto por un chorreón de menta, otro de ginebra, una fanta de limón y unos cubitos de hielo; su precio, 15 pesetas. Fue tal el éxito de esta bebida que consumieron 7 garrafas de 16 litros de menta y más de 300 botellas de ginebra. Si tenéis la oportunidad de hacer este cóctel, probadlo pues merece la pena. (A mi amigo Argimiro Rodríguez Jerez, autor del artículo que le pedí e hizo para la Revista de Feria y Fiestas Patronales de Montijo de 2013, que el tituló: “De la Feria, El Cortijo, el Cortigín, la Peña El Caldero y otras vivencias”.