POR JOSE JULIO ORTIZ CHISVERT, CRONISTA OFICIAL DE COBEÑA (MADRID)
En estos días convulsos en los que el gobierno parece que ha limitado los derechos constitucionales de todos los españoles con un Estado de alarma por un periodo de medio año, (hasta el 9 de mayo de 2021), con un confinamiento y un toque de queda, ¿nos extraña que esté habiendo manifestaciones en los que “los jóvenes” piden “libertad”?.
Y es que hace 90 años, en 1930, un grupo de políticos republicanos de toda índole, (socialistas, comunistas, nacionalistas, independentistas, conservadores e intelectuales), urdieron una reunión clandestina para acordar dar un golpe de Estado y derrocar al rey Alfonso XIII, (verdadero y legítimo Jefe de Estado), es decir, tomar el poder de un modo repentino por parte de los allí presentes vulnerando las normas legales de sucesión del poder vigente.
El gobierno del nuevo régimen republicano debía existir ya antes de la proclamación de la República para que así no hubiese un vacío de poder tras el golpe de Estado y el derrocamiento del rey, por tanto, el 17 de agosto se constituyó el “Gobierno Provisional de la II República”, repartiéndose entre los políticos presentes los diferentes ministerios así como la Presidencia y la Jefatura del Estado, eligiendo unánimemente para tal a Niceto Alcalá Zamora.
Dicho pacto dio en llamarse el “Pacto de San Sebastián”, por ser la ciudad donde se juntaron los mencionados republicanos, y para gestionar el golpe de Estado se constituyó el llamado “Comité Revolucionario Republicano”, también con Niceto Alcalá Zamora como presidente del mismo. Por último se fijó cual sería el día en que se llevaría a afecto dicho golpe, que se fijaba para el día 15 de diciembre de ese 1930.
El golpe de Estado ya estaba urdido, la fecha fijada, el gobierno nombrado y el presidente elegido.
La situación social era mala ya que España se encontraba con un rey “pusilánime y sin vergüenza” que había albergado una dictadura desde 1923, (la del general Primo de Rivera) y tras su dimisión y muerte a comienzo de 1930, la había prorrogado nombrando al general Berenguer, por lo que los disturbios eran constantes en las calle, ya que desde hacía 6 años se habían vulnerado los derechos constitucionales. (En la actualidad, mal que nos pese, se han limitado parte de los derechos constitucionales que como ciudadanos nos dimos en 1978 al consensuar la vigente constitución por medio de referéndum).
Finalmente llegó diciembre de 1930 y la torpeza de dos militares, (Fermín Galán y García Hernández), capitanes que sublevaron la guarnición de Jaca el 12 de diciembre, en vez de el día 15, para cuando estaba previsto el golpe de Estado, haría que el día 15 fracasase el alzamiento contra el rey, ya que aunque se había declarado una huelga general para dicho día 15 y con el alboroto y los militares anti monárquicos alzándose, fuese más fácil destituir a Alfonso XIII, la no intervención, incluso los impedimentos puestos por la dirección de la UGT y la proclamación de un Estado de guerra por parte del gobierno tras lo de Jaca, hicieron que la huelga fracasara. No obstante el día 15 de diciembre, en el aeródromo militar de Cuatro Vientos, otros militares se sublevan contra la monarquía pero como la sublevación de Jaca, esta también fue sofocada. El fallido golpe de estado hace que se detengan a los golpistas y los principales políticos republicanos del Pacto de San Sebastián son encarcelados.
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