POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Nuevo artículo en la Revista Comarca de Trujillo, núm. 395 del año XXXVIII, julio 2020. Gracias a la dirección y consejo de redacción de la Revista Comarca por publicarlo. Revista Comarca está editada por la Hermandad de la Virgen de la Victoria, Patrona de Trujillo. El articulo lo escribí el Lunes Santo, 6 de abril. En él hago varias reflexiones y escribo que mi amiga Vanessa Cordero Duque, poeta, soñadora incansable, desde su alma inquieta, decía asomada al balcón de sus emociones: “Cuando vuelva a abrazarte renacerán los abriles que nos negaron, los silencios serán regaderas de sueños y haremos de los parques nuestro oasis caramelizado de libertad. El día que te vuelva a abrazar sabré que la vida vuelve a estar de mi lado”.
Durante este tiempo extraño, siete cigüeñas, en el espacio más alto del palacio Marqués de la Conquista, estaban en lo suyo, en sus costumbres. Viviendo y procreando. Y es que, ante esta parálisis humana, la naturaleza sigue su curso sin apenas inmutarse. Gracias a mi amigo Adolfo García Jiménez por enviarme esta hermosa fotografía que él ha captado. En ella rezuma la historia del ayer y el presente. La fotografía de Adolfo emociona en la escenificación de una vida ajena a la alerta sanitaria. Ella ha sido el motivo de estas reflexiones que ahora comparto en tiempos de confinamiento, guantes y mascarillas.
Al día siguiente, 7 de abril, Martes Santo, recordaba desde mi escritorio cuando no había coronavirus: “El ajuar sereno de abril ha cincelado los vestidos blancos para que su perfume transite dando cobijo y emoción al libro de los afanes, los trabajos y los sueños. Azahar e incienso, perfecta combinación en el santuario de la locura del tictac de los días de tristeza, pasión y gloria que resucitan y llegan, limpiándonos en la intimidad los ojos y el alma”. Cuando todo esto pase, dejaré flores a los ausentes y abriré mis manos a la vida. Entonces sabré que vuelves a estar en mi alma, a mi lado.