POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
In illo tempore debimos hermanarnos Pravia y Oviedo, segunda y tercera capital de la España reconquistada, con monarca común: Alfonso II; después de ser instruido para rey por su tía, la reina Adosinda, El Casto llevó la corona un ratín en Pravia, en el año 873, y volvió a recuperarla en 791 para irse con ella a Ovetao, que nunca agradeció el traspaso. Este abrazo fraternal podría iniciarse, al parecer, con un acercamiento entre el Deportivo Praviano y el Real Oviedo; si no hermanos, los rojillos seríamos primos de los azules: recalarían en el Praviano los jugadores de la cantera oviedista para baquetearse antes de pasar al Vetusta y al primer equipo; claro que si descendieran el Oviedo o su filial, el efecto dominó cortaría las alas al club de los seis cuervos. Con esta entente, de cabeza de córvidos pasaríamos a ser cola de salamandra. En fin, para lavar el baldón, la mancha que nos agravia, Conde Carso, henos de Pravia.
Fuente: https://www.lne.es/