POR FERNANDO LEIVA BRIONES, CRONISTA OFICIAL DE FUENTE-TÓJAR (CÓRDOBA)
En el Mundo Romano había dos clases de cultos: los públicos, entre los que estaba el culto al Emperador, y los domésticos o del hogar.
Referente a los primeros, Tovar y Blázquez (A. Tovar y J. Mª Blázquez -1982-: Historia de España Romana, pág. 138, Madrid) nos cuentan: “Con los Antoninos, el culto imperial conoció un gran florecimiento, debido a la vinculación de la dinastía con la Península, principalmente en la Bética, donde han aparecido cuarenta y tres testimonios de noventa y nueve del total, con Itálica a la cabeza seguida de Iliturgicola”. Fe de ello dan en este municipio un título honorífico dedicado al Emperador Trajano costeado y dedicado con dinero público por decreto del Senado Municipal, un pedestal honorífico dedicado al Emperador Hadriano y otro título honorífico dedicado a los emperadores Antonino Pío, Marco Aurelio y Lucio Aelio Vero costeado por el seviro encargado del culto imperial Annio Prasio (LÁM 15, 1, A, B y C, copias existentes en el M.H.M. de Fuente-Tójar). Sin embargo, no nos ha llegado escultura completa alguna referente a esos emperadores, ni en Iliturgicola ni en su territorio. Lo que sí se conserva en el M.H.M. son algunos fragmentos (cabeza, miembros anatómicos y dedos) sin que podamos asignarlos a personaje real o ficticio concreto. Aparecieron en el supuesto fórum.
Entre los segundos o familiares existieron los mitológicos Manes, Lares y Penates, de los que el paterfamilias era el encargado de agasajarlos ofreciéndoles alimentos (racimos de uvas, trigo, panes, miel, sal…) y libaciones, no faltando en los rituales la quema de perfumes. Los Manes (dis manibus sacrum) se referían a los espíritus de antepasados. En el M.H.M. existen dos inscripciones al respecto con el mismo encabezamiento “consagrado a los dioses Manes” (Lám. 15, 2, A y B): una lápida (copia) con el nombre del liberto de Porcio (Porcius Athenodorus, a los patricios romanos les gustaban que sus sirvientes tuviesen nombres extranjeros, mejor si eran de origen griego, y si no se lo agregaban) y otro epígrafe en honor de Florianus. Los dioses Lares velaban por la casa familiar y sus propiedades. Se representaban mediante pequeñas estatuas que se colocaban en el atrio de la casa en un pequeño altar -lararium- dentro de una hornacina. Los Penates, similares a los Lares, tenían el mismo tratamiento por parte del paterfamilias ofreciéndoles antes de las comidas las primicias arrojándolas al fuego. Eran los protectores del almacén, de la despensa. Otras tres piezas con iconografías diferentes pero relacionadas con la Mitología Clásica son un Herma, un tondo u oscillum y una moneda.
HERMA DE BACO (LÁM. 15, 3, 1). Adquirió forma humana por metamorfosis del ser inanimado que era. Se le rendía culto como Dionisos, dios protector de caminantes y de la fertilidad. A finales de la República Romana cambió su función primitiva destinándose a la decoración de los peristilos y otras dependencias de las casas. Nuestro Herma fue esculpido con trépano en el s. II d.C. en mármol blanco. Estaría expuesto en la hornacina del lararium de una domus de Iliturgicola situado en el peristilo o atrio (LÁM. 15, 3, 2). Lo encontró Narciso Jurado Ávalos en un lugar próximo a donde se piensa que estuvo el forum. Cerca, al deshacer un majano, apareció un braserillo ritual en piedra con señales de fuego en su cazoleta (LÁM. 15, 3, 2, A), restos resultantes de quemar incienso y otras esencias durante las ceremonias ofrecidas por el paterfamilias.
OSCILLUM (LÁM. 15, 4). Los oscilla eran figuras labradas en bajorrelieve en discos de madera o mármol que se colgaban en los árboles con una cinta que los asía a través de una perforación favoreciendo su balanceo debido al viento. Con el tiempo se colocaron en los intercolumnios del vestíbulo (atrium) o del peristilo (peristilum) o en el jardín de la casa (domus). Frente a la mayoría de los tondos que están decorados por las dos caras, este de Fuente-Tójar es un oscillum anómalo al presentarse sólo rebajado por una, por lo que quizá estuvo empotrado en algún paramento. El original (LÁM. 15, 4, A) se encuentra en el M.A.N (Colección Santaella, 1923) y su decoración se completó con pintura roja. El tondo que se halla en el M.H.M. de Fuente-Tójar es una copia del original realizada por Narciso Jurado Ávalos en un disco de madera cubierto con escayola. En el interior aparecen en bajorrelieve el Jabalí, Meleagro y Atalanta. Las tres figuras miran hacia la izquierda (LÁM. 15, 4, B), en contraposición con el oscillum original que lo hacen a la derecha del espectador. Representa la caza y desuello del Jabalí de Calidón por Meleagro en presencia de Atalanta. En 1867 D. Luis Maraver y Alfaro durante las excavaciones realizadas en Fuente-Tójar, entre las piezas obtenidas estaba un oscillum (cabeza de Baco).
MONEDA IBÉRICA (LÁM. 15, 5, A).- Fue hallada por Antonio González y González delante de los pozos de “Las Rentillas”. Se trata de un as de la serie latina acuñada en Castulo (Linares, Jaén) entre el 80 a. C. y la época de Augusto llegada a Iliturgicola merced al comercio entre ambas ciudades. En el reverso aparece de frente una figura femenina cabalgando (Europa o Artemisa Tauropolos) con los brazos en cruz adornada con doble aureola, o dos medias lunas. Bajo ella se muestra Zeus transformado en toro galopando hacia la derecha con la cabeza levantada. Entre las patas del animal, en la zona del exergo, aparece la leyenda recta directa MCF, nombre del magistrado monetal. Según la tradición, cuando Europa jugaba a la orilla del mar con unas amigas pasó Zeus y se enamoró de ella y el dios, para seducirla, se metamorfoseó en un toro blanco con unos cuernos, en forma de un creciente lunar, que lucían como rayos. El animal era manso, y acercándose a las muchachas se prestó a toda clase de juegos y caricias. Sorprendida Europa por la mansedumbre del buey bromeó con él, y echado el animal en la arena de la playa se sentó sobre su lomo, momento que aprovechó la bestia para penetrar en el mar y llevarse a la muchacha hasta Creta, en donde la hizo suya. Zeus (“el mentido robador de Europa”, a decir de Góngora) es el Júpiter romano. El tema del Rapto de Europa ha sido ampliamente tratado y representado desde muy antiguo llegando a nuestros días, como se observa en monedas de curso legal (de dos euros) acuñadas en Grecia (LÁM. 15, 5, B).