POR PEPE MONTERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Abriéndome paso en la nieve regresé el domingo de Carmona /Sevilla/; advertí que su gente es circunspecta, poco sevillana. Antes de partir a Carmona, al Congreso de Cronistas Nacionales, fui al Puerto de Somiedo, estacioné frente al bar El Coronel y, por las Eras y la falda sur de Cuérrabos, subí al Collau La Paradina, por el norte alcancé la cima de las Camposas, seguí el espolón abrupto hacia el oeste hasta la vertiginosa Penouta, bajé a la Horcada de Buyo y trepé a Peña Blanca, para recorrer su afilada cresta, raya de Asturias y León; desde estas cumbres, en días claros, clarividentes, puede divisarse la Giraldilla de Carmona.
Según el guía que nos ilustró el sábado a los cronistas oficiales, Carmona fue habitada y gobernada desde la Alta Edad Media por leoneses; de ahí, concluyó, que los carmonenses sean tan desaboríos. Pero eso, más que de León viene de la pereza, mala compañera tanto para el humor como para la montaña.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/cumbre-en-carmona.html