POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE BETANZOS (LA CORUÑA)
El pasado día 20 de marzo inició su visita a la tierra de sus ancestros don Eduardo Seijo Gutiérrez, acompañado por su hijo el matemático don Emilio Seijo Solís, a quienes se unieron tres días más tarde su otro hijo el doctor don Eduardo y sus encantadoras hijas Doménica, Loreta y Paula Seijo Alcocer, de 15, 13 y 12 años respectivamente, nieto, bisnietos y tataranietos de don Emilio Seijo Rubio, hermano del ilustre pintor y académico don José Seijo Rubio, tan vinculado a Betanzos y a La Coruña, fundador del Museo Provincial de Bellas Artes y de la Asociación de Artistas de esta última ciudad, que cuenta con sendas calles con su nombre en ambas localidades, y amigo generacional de nuestra casa.
En 1890 don Emilio Seijo Rubio, con 15 años de edad, marcha de la ciudad de Betanzos hacia Cuba, y tres años después se traslada a Mérida, capital del Estado de Yucatán en Méjico, en la que fue fundador de prestigiosas industrias, que le permitieron emprender su gran labor de filántropo en favor de los menesterosos, como el Asilo de Mendigos de Mérida en 1934 y la «Quinta de Salud la Ibérica», entre otras importantes instituciones y entidades de dicha ciudad en la que fue Cónsul de España. Un altruismo continuado por sus herederos con su participación, entre otras realizaciones, en Cáritas San Francisco, en el Centro Español, en la Liga de Acción Social, en la Cruz Roja y en la fundación de la Universidad Marista de Mérida en 1996, de la que fue primer rector su nieto el Dr. Juan Carlos Seijo Gutiérrez.
Nuestro apreciado amigo don Eduardo Seijo Gutiérrez, es el autor del libro » La Familia Seijo Gutiérrez -Genealogía e Historia», y tercera edición impresa en Mérida, Yucatán, el 18 de septiembre de 2023, con un prólogo del que esto escribe, que obsequió a las instituciones visitadas durante su estancia entre nosotros, como fueron el jueves 21 de marzo de 2024 al Museo Provincial de Bellas Artes de La Coruña, donde fuimos especialmente atendidos por su responsables don Manuel Mosquera Cobián y doña Filomena Dorrego Martínez, quienes con su empatía y amabilidad nos mostraron las obras expuestas y a resguardo del pintor don José Seijo Rubio, su tío abuelo. Al igual que sucedió en el Archivo Municipal de La Coruña, con especial detalle y atención por parte de doña María Cristina Sánchez, por ausencia vacacional de doña María de la O Suárez, archivera y Cronista Oficial de La Coruña. Asimismo en el Archivo del Reino de Galicia, en el que fuimos recibidos por su eficiente, erudita y afable directora doña Mª. Carmen Prieto Ramos, y finalmente en el Archivo de la Excma. Diputación Provincial por su archivera y buena amiga la historiadora doña Carmen Molina Taboada; todas estas recepciones fueron un lujo de cortesía, atenciones y generosidad, con intercambio de publicaciones incluido. En el intermedio de las dos últimas, aprovechamos para visitar la iglesia de Santo Domingo, y en particular la capilla de Nuestra Señora del Rosario patrona de La Coruña. Recuperamos fuerzas en el restaurante » La Penela «, y a continuación nos dirigimos por la misma hilera de soportales en que está ubicado, hasta la casa nº 18 de la Plaza de María Pita donde tuvo su domicilio y estudio el pintor Seijo Rubio.
Al día siguiente realizamos un recorrido por el casco histórico de la ciudad de Betanzos, declarado conjunto histórico-artístico el 31 de diciembre de 1970, con la visita a las casas y el solar donde habitaron los antepasados de don Eduardo, igualmente la Fundación C.I.E.C., de la que soy Patrono y Tesorero desde 1998, establecida en la centenaria » Casa Núñez «, con un recorrido por las salas expositivas y en especial por la de su fundador y propietario nuestro pariente el ilustre artista don Jesús Núñez, fallecido recientemente. Al mediodía acudimos al edificio Archivo del Reino de Galicia, habilitado como Ayuntamiento, donde fuimos recibidos en su despacho por la alcaldesa doña María Barral Varela, con intercambio de obsequios y entrega por parte de don Eduardo Seijo Gutiérrez de un ejemplar a mayores de dicha obra genealógica con destino a la biblioteca municipal, de donde pasamos a visitar la iglesia de Santo Domingo, sus artísticas capillas y el altar de San Roque, insigne patrono de la ciudad de Betanzos. Seguidamente nos desplazamos hasta el cementerio municipal para girar una visita al mausoleo de doña Benita Rubio Rubio, bisabuela de don Eduardo Seijo Gutiérrez, fallecida en Betanzos el 25 de diciembre de 1890, obra del reconocido escultor y académico coruñés José Juan (González García), y a continuación visitamos el inmediato Santuario de Nuestra Señora del Camino, popularmente conocido como de » Los Remedios», de gran significación en la Historia de nuestra Tierra, como encrucijada del Camino Francés de peregrinación a Santiago procedente de Oviedo y del Camino Inglés desde Ferrol y Neda.
Finalizado este itinerario y en tránsito por la calle del Pintor Seijo Rubio, nos dirigimos hacia al restaurante » La Casilla » para almorzar, como lugar frecuentado por dicho artista, amén de otras muchas personalidades, intelectuales y amantes de la » Tortilla de Betanzos «. Por la tarde nos trasladamos al monumental Monasterio Cisterciense de Santa María de Sobrado, declarado monumento histórico-artístico en 1931, con su iglesia barroca del siglo XVII, artísticas capillas y la sacristía renacentista obra de Juan de Herrera, además de los tres claustros, el de la Hospedería o de los peregrinos, el Procesional y el Claustro Grande, sala capitular, cocina, refectorio y biblioteca, sobre el que realizó un artístico óleo don José Seijo Rubio propiedad de su sobrino-nieto don Eduardo, y una vez visitado el conjunto monacal, regresamos a las Mariñas de Betanzos para visitar la Torre y Casa de Rois, en Santa Marina de Rois, anexo de Santa Marta de Babío, ayuntamiento de Bergondo, antiguo solar de tan ilustre linaje según patentiza el escudo de la fachada, reproducido en la portada de dicha obra genealógica.
El lunes 25 de marzo, don Eduardo padre e hijo y sus tres hijas juntamente con mi mujer doña María Dolores García Caridad, iniciamos la jornada con una detenida visita a las iglesias de San Francisco y de Santa María de Betanzos, declaradas Monumento Nacional, y a su término nos dirigimos hacia el Pazo de Mariñán, donado por su propietario don Gerardo Bermúdez de Castro a la Excma. Diputación Provincial de La Coruña en 1936, declarado conjunto histórico-artístico y monumental en 1972, en cuyos salones pudimos contemplar la magnífica colección de arte y objetos que atesora, con inclusión de varios cuadros del pintor Seijo Rubio, y recorrimos el entorno con la mirada puesta en sus hermosos jardines de inspiración clásica francesa situados a los pies de su fachada posterior, hasta concluir en el embarcadero que los comunica con la fastuosa Ría de Betanzos.
Proseguimos por el Puente del Pedrido hacia la playa Grande de Miño, donde saborear las exquisiteces del restaurante » A Carboeira». Al término del almuerzo nos dirigimos hacia nuestra casa de Insua, parroquia de San Pantaleón das Viñas, ayuntamiento de Paderne, situada en el antiguo Camino Real de Betanzos a Ferrol, ruta de peregrinación conocida como Camino Inglés a Santiago, con el fin de reposar la comida y mostrar a nuestros amigos los recuerdos que conservamos de su querido tío y nuestro maestro y valedor don José Seijo Rubio, amén de contemplar las singularidades de este hermoso paraíso, en el que destacan el mencionado Puente del Pedrido, el Puente de Lambre, el castro celta de Insua, los pazos de Vilouzás y Montecelo, la Torre de Insua, la Punta de Foz y la Abelleira situadas al Este del esteiro (estuario) de Ponte do Porco y desembocadura del río Lambre en dicha ría.
Los ilustres visitantes salieron el martes día 26 con destino a Madrid, don Eduardo para regresar a Méjico y su hijo de igual nombre con sus tres hijas para continuar su viaje por Europa, mientras su otro hijo don Emilio seguiría su ruta por España. Tres jornadas intensas e inolvidables, que nos han llegado a poco para atenderlos como se merecen, y como ya saben que aquí tienen su casa, únicamente nos queda desearles a todos ellos y demás familia: Paz y Bien.