POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE BEDMAR Y DE GARCIEZ (JAÉN)
El 8/VII/1988 fue elegido Alcalde de Bedmar y Garciez D. Francisco Reyes Martínez, ante la “renuncia voluntaria” efectuada por el Alcalde elegido en la Elecciones Municipales de junio de 1987, D. Antonio García Martínez, el día 6/VII/1988, “por motivos estrictamente personales y profesionales”, con los 7 votos de los Concejales del PSOE, frente a los 3 que obtuvo el candidato del AP –Alianza Popular-, D. José Viedma Troyano, mientras que el representante de IU-CA, votó en blanco. D. Francisco Reyes Martínez era Profesor de EGB, tenía 26 años y desempeñaba el cargo de Primer Teniente de Alcalde y Concejal de Juventud, Cultura y Festejos, en una breve intervención señaló que tan solo se había producido el cambio de una persona socialista por otra y que por tanto “el Programa socialista ofertado el 10/VI/1987 seguirá aplicándose como hasta ahora”. Finalizó su intervención resaltando los logros conseguidos por su antecesor en ese periodo de poco más de un año y pidiendo colaboración a todos los grupos de la Oposición, ante un Salón de Plenos abarrotado de vecinos. En sus intervenciones los grupos políticos felicitaron al nuevo Alcalde, doblemente, por su cumpleaños y por su elección como Alcalde, al tiempo que le desearon toda suerte de éxitos en el desempeño del cargo con la máxima responsabilidad. Levantó Acta del Pleno, D. Rafael García Navarrete, Secretario Accidental del Ayuntamiento de Bedmar y Garciez.
El Plan de Apoyo al Emigrante Andaluz Temporero en Navarra se venía desarrollando desde 1986 durante la campaña del Espárrago, con el objetivo de asistir y asesorar, tanto social como jurídicamente al temporero y a su familia, tras crearse una Oficina en la localidad de San Adrián (Navarra) y cuyo número de teléfono era: 671539. Una Oficina que contaba con 2 Asistentes Sociales, de los que uno estaba los lunes y Viernes en la Oficina de San Adrián en horario de 10 a 14 horas; los martes, miércoles y jueves en los Ayuntamientos de Peralta, Lárraga y Cadreita, en horario de 11 a 14,30 horas, respectivamente; mientras que el otro permanecería de lunes a viernes en la Oficina de San Adrián de 10 a 14 horas; aunque para el pago de las dietas los dos Asistentes Sociales se desplazaban todas las tardes a los demás Municipios; y 1 Asesor Jurídico, que estaba los lunes y viernes en la Oficina de San Adrián de 12,30 a 14,30 horas y los martes, miércoles y jueves en los ayuntamientos Antes citados en horario de 13 a 14,30 horas, respectivamente.
Ante los resultados positivos de los objetivos y actividades fijados para la asistencia y asesoramiento del Emigrante Andaluz a la Campaña el Espárrago de Navarra, en años posteriores se siguió manteniendo el Acuerdo de Colaboración suscrito entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Comunidad Foral de Navarra y la Junta de Andalucía. Fueron muy importantes los logros alcanzados y no se podían perder, ya que se logró la firma del Contrato de Trabajo Obligatorio una vez que el trabajador temporero llegaba a Navarra, en Autobuses gratuitos desde los Municipios de origen hasta los de destino, el correspondiente cobro de las Dietas por desplazamiento, las cuales se solicitaban en los Ayuntamientos de origen y se cobraban en los de destino, un total de 1.700 pesetas por trabajador temporero con Contrato. Además se instalaron Residencias-Guarderías gratuitas en todos aquellos Municipios que hubiese un número de niños/as suficientes y que fuese solicitado por el Ayuntamiento de origen y en EDUCACIÓN se acordó que “para que los hijos de los Emigrantes Temporeros pudieran permanecer en sus localidades de origen y pudiesen continuar normalmente el proceso de escolarización, la Consejería de Educación y Ciencia planteó las siguientes actuaciones: 1ª) Reserva de plazas en la Residencia Escolar más próxima a la localidad de origen, a los hijos de los trabajadores temporeros que lo solicitaran. 2ª) Establecimiento de Convenios con los Ayuntamientos afectados para que dichos niños pudiesen acceder a los servicios necesario de manutención, alojamiento, transporte, etc.” De todos estos asuntos como de otros que podían surgir se informaba diariamente a través de un programa de Radio que se hacía en San Adrian (Navarra) con el título de: “Andalucía y Navarra más cerca”.
En la entrevista que el Diario “IDEAL/JAÉN” realizó el día 23/IX/1988, con motivo de las Ferias y Fiestas Patronales de Bedmar, el Alcalde, D. Francisco Reyes Martínez, declaró a D. Antonio García que “el problema de la Emigración era el más sangrante que padecía el Municipio de Bedmar y Garciez, debido a que de su población total, unos 3.500 habitantes, más de 1.500 tienen que EMIGRAR entre los meses de Marzo a Noviembre, sobre todo a la Ribera del Ebro, en Navarra y La Rioja, para trabajar en las recolecciones del espárrago, del melocotón, del tomate y del pimiento…”. Por ello la Corporación que salió de las urnas en junio de 1987 creó la Comisión de Agricultura, integrada por 9 hombres de Bedmar buenos conocedores de nuestro campo y la Concejalía de Emigración, la cual había estado trabajando hasta la fecha en dos aspectos básicos: por un lado, el apoyo e información a los emigrantes en materia de ayudas, viajes, contratos, relaciones laborales en los centros de trabajo… tal y como rezaba en el Acuerdo de Colaboración a tres bandas, Ministerio de Trabajo, Comunidad Foral y Junta de Andalucía, antes aludido y especificado debidamente, mientras que por otro lado, y en base a lo especificado en dicho Acuerdo sobre Educación, se estaba trabajando en la creación de una Escuela Hogar o Residencia que albergase a los Hijos de los Emigrantes Temporeros que en edad escolar tenían que abandonar las aulas en su pueblo para trasladarse junto a sus familias a los lugares antes señalados, con el fin de que se quedaran en Bedmar durante todo el periodo lectivo y llevarlos con sus familias a la finalización del Curso Escolar. Eran grandes pasos los que se estaban dando, ya que poco se había conseguido sobre el particular desde que se inició este grave problema de la Emigración Temporera en la década de los años cincuenta, pero que hasta inicio de los 70 del siglo XX, no se comenzó a tomar en serio por las autoridades locales, coincidiendo que los alcaldes comenzaron a ser de Bedmar y se encontraban mucho más concienciados con el problema que los que ran nombrados por el Gobernador por el cargo que ocupaban en nuestro pueblo y su afinidad con el régimen franquista, como les ocurrió al Veterinario Titular, D. Eulogio o al Médico, Alférez de Complemento durante la Guerra Civil en el bando franquista, D. José María Jiménez Hurtado.
En la misma línea de fijar la población en nuestro territorio, sobre la mesa del Alcalde se encontraba el Proyecto del Polígono Industrial, el cual hacía necesaria la ampliación del suelo industrial de acuerdo con las Normas Subsidiarias de Bedmar, para lo cual se habían de modificar, previo estudio y análisis detallado y profundo, para encargar un Proyecto de Urbanización a un Equipo de Arquitectos de Jaén y poder iniciar las obras cuanto antes, pues dicho Polígono, ubicado sobre terrenos municipales, supondría dar respuesta a la demanda de creación de pequeñas industrias que podrían generar empleo por parte de varios emprendedores privados, dichos terrenos, en buenas condiciones y se convirtiesen en reclamo de nuevos proyectos empresariales.
Siguiendo con esa línea de trabajo marcada por el Ayuntamiento de Bedmar y Garciez, el día 10/I/1989 se presentó en el Ayuntamiento la Campaña de la Dirección General de Emigración de la Junta de Andalucía “para los emigrantes temporeros de la provincia de Jaén que en marzo se marcharán a la Ribera del Ebro –Navarra y La Rioja- para la recogida del espárrago Blanco”. En ese acto, tan importante para nuestro pueblo, estuvieron presentes, D. Manuel Gálvez, Director General de Emigración de la Consejería de Trabajo de la Junta de Andalucía; D. Juan Prado, en representación de la Dirección Provincial del Ministerio de Trabajo y el Alcalde, D. Francisco Reyes Martínez, entre otros. Una campaña que duró dos meses y medio y afectó a más de 5.000 trabajadores andaluces, de los que 2.000 eran naturales de Bedmar y Garciez, Jódar y Jimena. En la reunión se hizo hincapie que tras el acuerdo conseguido con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, “ningún niño en edad escolar tendrá que abandonar su municipio hasta que no finalice el curso académico con la finalidad de que su enseñanza no sufra merma alguna”, al tener la clara intención de montar guarderías temporales en los pueblos, para los niños de hasta 6 años, mientras que para los comprendidos entre los 6 y los 14 años, se les ofrecieron dos posibilidades: a) dejarlos en la Escuela-Hogar más cercana a su localidad, que en nuestro caso se encontraba en Villacarrillo, o b) dejarse a estos niños con algún familiar en su pueblo, facilitándole el desayuno, comida y cena en el Comedor Escolar. De esta manera, si los padres y las familias respectivas lo aceptaban los alumnos en edad escolar no tendrían que cambiar de centro, ni de profesores, ni de libros de texto. Y esto se fundamentaba en el drama social que suponía la perdida de cursos enteros por este cambio a mitad de curso, como se podía demostrar claramente en nuestro pueblo, de donde cada año partían alrededor de 1.500 personas que afectaban a 150 alumnos/as, los cuales desde que comenzó esta emigración con gran auge, a comienzos de los años 70, el 99% de los alumnos/as que se vieron afectados por esta situación, a pesar de los intentos realizados por los alcaldes de la localidad desde esa fecha hasta 1989, en el tema de unificar libros de texto, en ambas villas –Azagra/Bedmar-, cosa que jamás aceptaron negociar los profesores de Navarra, no llegaron a obtener el Título de Graduado Escolar, creándose, por tales motivos, a juicio de D. Francisco Reyes Martínez “una población de analfabetos”, aunque poco a poco muchísimos de ellos lograron con su esfuerzo sacar dicho Título.
Y para acabar con esa sangría educativo-formativa las autoridades locales de Bedmar y Garciez, en base a los acuerdos alcanzados y ya expuestos con anterioridad y por el hecho de ser nuestro pueblo uno de los que más temporeros aportaban a dicha campaña del espárrago blanco, se elaboró un Proyecto que contó con la participación de la Dirección General de Emigración, la Diputación Provincial, la Delegación Provincial de Educación y el Ayuntamiento, para construir una Escuela Hogar, que sería costeada por las dos primeras entidades gubernativas con el 50%, cada una, del importe total del Proyecto, 4.000.000 de pesetas y la Consejería de Educación aportaría el personal docente y no docente necesario y el Ayuntamiento los terrenos. Todo esto estaba listo a mediados del mes de enero de 1989, pero estas cosas ni se hacían, ni se hacen, en 24 horas, había que intentar buscar una solución de urgencia, buscando un local en Bedmar que pudiera, de forma temporal, hasta que se construyera la Residencia o Escuela-Hogar, y paliar así este difícil tema.
Se pensó en primer lugar en utilizar una gran parte del edificio Parroquial, levantado sobre un solar que el Ayuntamiento de Bedmar había cedió al Obispado para dicho uso en 1961 y que fue construido mediante el aporte personal de los vecinos de la villa. Con tal propósito se entrevistaron en el mes de mayo de 1987 con el Administrador de la Diócesis, el Alcalde D. Antonio García Martínez y el Concejal de Cultura, D. Francisco Reyes Martínez, quien “se mostró en un principio favorable a ceder el local a cambio de que el Ayuntamiento buscara lugares alternativos para poder realizar las actividades religiosas: catequesis, conferencias, reuniones de las Cofradías, etc.”, las cuales se podrían realizar en la Casa de la Cultura a sí como en el Colegio Público “Virgen de Cuadros”, con el visto bueno del Párroco, tras la entrevista que había mantenido el 25/VIII/1987 con el Alcalde y el Director del C.P. de Bedmar. Puestos manos a la obra, para conseguir todo lo anteriormente expuesto, nos encontramos como a finales del mes de octubre de dicho año, el Consejo de Administración del Obispado, tras una reunión, se dio a conocer la siguiente noticia por parte del Obispado: “La cesión de los locales será por tan solo un periodo de dos años y siempre que el Ayuntamiento, al concluir dicho plazo, se comprometa a no exigir la devolución del dinero invertido en adecentar el local y que la Escuela Hogar funcionaría exclusivamente en los meses de emigración al espárrago, quedando los locales, el resto del tiempo, al servicio de la Parroquia”. El Ayuntamiento intento hablar con el Obispado con el fin de comunicarle que aceptaban sus condiciones siempre y cuando el periodo de cesión fuese de 8 año, pero no fue posible, por lo que en enero de 1989 consideró “ilógico” realizar una inversión de 4.000.000 de pesetas para tan corto periodo de tiempo, rompiéndose, por tanto, las relaciones con la Diócesis que dirigía D. Santiago García Aracil y la posibilidad de perder las ayudas ya conseguidos para poder escolarizar en Bedmar a los 148 escolares hijos de los jornaleros emigrantes a Navarra. Tal hecho produjo un notable malestar en la mayoría de los 3.800 habitantes con que contaba la población de Bedmar y Garciez en esos momentos de esperanza rota parcialmente. Paradójicamente entre 1975 y 1976, en dichos locales parroquiales, y siendo Párroco D. Ángel Simón Serrano, se utilizaron como Guardería y su cierre parece que se debió a la falta de medios, de subvención y por tal motivo de alumnos, en época invernal coincidente con la recolección de la aceituna, bajo la dirección de Dª. Rosa Troyano Pedrero “Bollita”.
Durante el curso 1987-1988 se buscaron algunas soluciones de urgencia, que pasaron por quedarse en casas de familiares y ayudas municipales y de la Comunidad Autónoma. Pero no se solucionaba el problema de manera efectiva. Tales opciones para ese curso, según el Sr. Alcalde, D. Francisco Reyes, fueron las que siguen: “1ª) Consistente en dejar a los alumnos/as en edad escolar con algún familiar exclusivamente para dormir y el Ayuntamiento le proporcionaría el desayuno, la merienda y la cena en las guarderías. 2ª) Los alumnos/as que no tengan familias para su acogida se matricularían en las Escuelas Hogar de la Provincia”. Para ello se daba un plazo que finalizaba el 20/II/1988, según muestra este cartel escrito a mano y en el sello del Ayuntamiento: “Todos los emigrantes que deseen dejarse sus hijos en la Guardería, donde: desayunarían, merendarían y cenarían, o bien en una Escuela Hogar de la Provincia, deberán apuntarse en el Ayuntamiento antes del día 20 de febrero. Los Niños en Junio los llevaremos a Navarra. AYUNTAMIENTO DE BEDMAR Y GARCIEZ”.
Para el curso 1988-1989 la alternativa de Escuela Hogar que propuso el Ayuntamiento fue la siguiente: “Se ofreció a los escolares una residencia que empezaría a funcionar en el mes de febrero y en ella comerían, dormirían y estarían vigilados por un grupo de Educadores durante las 24 horas del día. A la finalización del curso escolar, el Ayuntamiento disponía de un autobús para llevar a los escolares hasta Navarra, donde pasarían el verano con sus familias. En el mes de septiembre los escolares volverían a Bedmar para el inicio del curso escolar y permanecerían en dicha residencia hasta el mes de noviembre, fecha en que regresaban los emigrantes del espárrago y recoger la aceituna. Los gastos correrían por cuenta de la Dirección General de Emigración, tras la firma del correspondiente Convenio”. Era una muy buena solución, sobre todo tras la reunión que recientemente se había celebrado en Azagra, entre los representantes político-educativos de Bedmar con los Directores Escolares de San Adrián, Funes y Andosilla, donde los profesores pusieron sobre la mesa los problemas negativos que planteaba la llegada de nuevos alumnos a mediados de curso: “masificación de las aulas, problemas derivados de los cambios de libros de texto y de método, así como el cambio de ambiente”, que según los estudios realizados entre 1983 y 1988 daban el penoso resultado de que tan sólo el 3% de los escolares emigrantes de Bedmar hubiesen alcanzado el título de Graduado Escolar, al tiempo que un gran número de ellos ni siquiera habían obtenido el Certificado de Escolaridad, “que se concedía a todos los alumnos/as que asistían a clase de manera regular”. A todo ello hay que añadir el tema de la “marginación” pues la llegada de los “andaluces producía en pueblos como Azagra y San Adrián saturación en la consulta del médico, aumento de número de alumnos/as en las aulas, el resto de compañeros los “miraban mal” y copaban el censo de viviendas en alquiler, durante la temporada alta de la recolección del espárrago y su proceso industrial, muchas de ellas “insalubres” y abandonadas por sus propios propietarios, aunque previo pago de un riguroso alquiler. Hacían todo lo imposible para que no volvieran la campaña siguiente, alquilando las casas, provocando escasez de las mismas. Tal presencia de trabajadores –de los 30 trabajadores de una Fábrica de Conservas se llegó a dar el caso de que 29 eran “panciverdes”- y tan abundante hacía que se escapase por la boca de los autóctonos, con carácter despectivo: “Ya están aquí los andaluces”; en un claro signo de que éramos bien recibidos por los fabricantes pero no por los habitantes originarios de dichas poblaciones de la Ribera navarra… hasta el punto de que los niños y niñas en edad escolar no querían ir a Navarra, pero en contadas ocasiones no tenían más remedio que acompañar a la familia. Se encontraban fuera de su ambiente natural.
En marzo de 1989 se comenzó, por fin, la referida experiencia con un grupo de casi 50 alumnos/as acogidos en la Casa de “Guadalupe”, fundamentalmente, bajo la dirección de D. Antonio Troyano Viedma y siete monitores, entre los que destacamos a Loly Jiménez Gámez, Manolo Jiménez Viedma, Rosa, Cati y Paco “Reganchao” y así hasta 1991, en que la situación fue mejorando y la construcción de la Residencia Municipal que con un coste de 36 millones de pesetas ya estaba en construcción en el mes de abril de 1990, dentro de los terrenos del C.P. “Virgen de Cuadros”. Por tal motivo D. Francisco Herrera Medina y su mujer Teresa, en lugar de dejar a sus hijos con su abuela materna –Teresita “La Moto”-, la cual se quedó en el curso 1988/1989 con 11 nietos, se los dejaron en la casa de acogida, asistiendo a su Colegio y atendidos por monitores el resto del día y de la noche, sin producirse en ellos el desarraigo social que sufrían en años anteriores, a pesar de todos los intentos que se llevaron a cabo desde los años setenta y que ahora por fin veían la luz en pro del bienestar sociocultural de nuestra población. Han sido muchas las generaciones las que han sufrido en sus carnes los graves problemas de la Emigración temporera, en unas tierras donde no había paro, sino demanda de obra femenina, de ahí que muchos de ellos buscaran una novia andaluza, por el alto valor en que se encontraba y que no vamos a capitalizar aquí, pero decir, tan solo, que además de grandes mujeres hacendosas eran unas “grandes” trabajadoras y de ahí el querer que existía en esas poblaciones hacia ellas, creándose nuevos hogares mixtos que fueron fijando la población y la emigración temporera fue mermando, unido al futuro desarrollo agro-industrial de Bedmar en los inicios de los años 90 del siglo XX. Pero mientras si y no, el día 30/III/1990 salió de Bedmar y Garciez un segundo grupo de emigrantes hacia la recogida del espárrago en la Ribera Navarra. Dicho grupo lo componían 43 familias, las cuales a juicio del Alcalde, D. Francisco Reyes, se iban a encontrar con problemas de contratación debido a que había problemas con la comercialización del espárrago blanco, aunque siempre le cabía la esperanza de que todo se solucione y todos puedan trabajar y generar los ingresos necesarios para el resto del año agrícola.
Nota Final.-
Sale a la luz la 3ª edición del libro Albanchez de Mágina. Piedra. Agua y Fuego, del que es autor D. José Manuel Troyano Viedma, Cronista Oficial de Bedmar y Garciez (Jaén).
En efecto, el pasado día 29/X/2015 se hizo entrega por parte del autor, previa entrevista con el Sr. Alcalde, D. Alejandro Morales Moreno, del ejemplar correspondiente de dicho libro a la Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Albanchez de Mágina, Dª. Lucía Gascó. La primera edición salió en 2010; la segunda en 2012 y la 3ª, ampliada, corregida y actualizada en 2015. Dicho libro lleva adjunto un CD con el contenido del libro. Ayuntamiento de Albanchez de Mágina, 2015.
Bibliografía.-
REVISTA BEL-VAL. Año 1988. Colegio Público “Virgen de Cuadros” (Bedmar, Jaén).
GARCÍA MARTÍNEZ, Antonio. “La Emigración es uno de los graves problemas de Bedmar, según el Alcalde, D. Francisco Reyes Martínez”, en Diario IDEAL-JAÉN. Bedmar: Feria y Fiestas. Viernes, 23/IX/1988. Pp. 11-15.
“Presentada la campaña de la Junta de Andalucía para los emigrantes del Espárrago”, en Diario IDEAL-JAÉN. Jueves, 12/I/1989. P. 8.
HERNÁNDEZ, José A. “El Obispo de Jaén se opone a ceder un local para escolarizar a hijos de Jornaleros”, en El País. Andalucía. Jueves, 26/I/1989. P. 30.
PARRILLA, José. “Bedmar seguirá sin Escuela Hogar, el Obispado no les concede un local”, en Diario JAÉN. Martes, 31/I/1989. Pp. 14-15. “Emigración en Bedmar”, en Íbidem. Jueves, 16/III/1989. Pp. 18-19.
VALERO LÓPEZ, José. El Obispado no cede un local para una Residencia de Hijos de Emigrantes”, en Diario JAÉN. Martes, 17/I/1989. P. 9.