DE CALLE DEL MESÓN A GABRIEL BROTONS
Oct 26 2021

POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETREL – PETRER (ALICANTE).

Dos imágenes de a calle Gabriel Brotons que nos hablan de un Petrer agrícola y nos transportan a un pueblo muy distinto al actual | Vicente Villaplana.

La calle que en la actualidad lleva el nombre de Gabriel Brotons ha tenido varias denominaciones a lo largo de su dilatada historia. Ya en 1819 y durante todo el siglo XIX se conoció como la calle del Mesón y así aparece tanto en los libros de matrícula industrial como en los padrones de habitantes de 1875 y 1889. Desconocemos la fecha exacta que se le puso este topónimo que hace referencia a la existencia de un antiguo mesón o fonda para carreteros, pues por esta vía entraban los carros con los productos que abastecían a la población y llegaban hasta la plaça de Dalt donde se celebraba el mercado. Si tenemos conocimiento que en la plaza hubo un hostal o posada regentado por Lucía Alcaraz Payá la tía Llusia y su marido Eliseo Amat Gómez el Coixo de l’Hostal.

Pero esta calle tuvo otros nombres así, entre 1900 y 1902, se rotuló como Sagasta en honor al político del partido Progresista Práxedes Mateo Sagasta (1825-1903) que ocupó en varias ocasiones la presidencia del gobierno de la nación. La rotulación de esta vía pública es anterior a 1902, ya que en la sesión plenaria del día 9 de marzo, presidida por Gabriel Payá Payá, se acordó el ensanche de la misma. En este sentido, el alcalde manifestó que Vicente Reig Rico, dueño de una casa en la calle Sagasta, antes del Mesón, estaba dispuesto a ceder, sin los trámites de expropiación, el terreno necesario para continuar el ensanche de ésta, siempre que por indemnización de daños y perjuicios que había de sufrir su casa, se le abonase la cantidad de 750 ptas. y fueran a cuenta del Ayuntamiento todos los gastos. El consistorio acordó aceptar el ofrecimiento de este vecino, puesto que se trataba de una obra muy necesaria, beneficiosa para el vecindario y el tránsito público, por ser la única calle que daba entrada a los carruajes a la plaza de Salamanca (actual plaça de Dalt) en la que se establecían los puestos para la venta de toda clase de artículos. En el lugar en que estaba previsto el ensanche la calle tenía 3,20 m de ancha y tras las obras quedaría de 4,86 m.

El nombre de Sagasta se mantuvo hasta 1939, cuando tras la guerra, en sesión plenaria del 16 de junio de ese año, se rotularon algunas calles con los nombres de los “caídos” del bando vencedor. Adoptó entonces la denominación con la que hoy aún se le conoce: Gabriel Brotons, que tuvo su domicilio en ella.

Gabriel Brotons Payá nació a finales del siglo pasado en el seno de una familia humilde y murió fusilado en la prisión de Alicante el 17 de octubre de 1936 a la edad de 39 años. Fue un hombre de una vasta cultura. De ideas republicanas, era partidario del partido Radical de Lerroux, lo que le llevó a ser concejal por un tiempo en el Ayuntamiento. Fue teniente de alcalde en la corporación que se formó el 2 de octubre de 1923, durante la dictadura de Primo de Rivera y fue destituido el 4 de octubre, junto con el resto de la corporación, por D. Víctor Carranzo García, teniente jefe de línea de la Guardia Civil de Novelda, al considerar que había habido defectos de forma. Por sus ideas, llevó a cabo un gran trabajo para promover la cultura entre la gente del pueblo, para que pudieran así entender la política del momento. En esta labor destaca la creación de una escuela que en un principio fue nocturna y que luego también se abrió durante el día, denominada Cooperativa Escolar Petrelense (1931-1936), en ella se impartía cultura general, y él ejercía de director de la misma; a este centro de enseñanza acudían desde niños hasta personas que ya estaban trabajando. Él fue el verdadero artífice de esta cooperativa, siendo una de sus mayores inquietudes sociales establecer los medios para que todos tuvieran la oportunidad de adquirir la formación necesaria que les permitiera decidir y opinar por sí mismos. Ésta fue, sin duda, la preocupación que le movió a crear esta cooperativa escolar y a participar en otras actividades culturales como la banda La Unión, de la que fue presidente en los años veinte. También Gabriel Brotons intervino muy directamente en la creación del periódico, Polémica (1931-1933) del que fue director y que luchó contra el fanatismo, abogando por una libertad responsable, y que más tarde, tras su cierre, se convirtió en una lucha a base de panfletos, que llegó a su punto culminante cuando los sindicatos lo amenazaron de muerte. Su verdadero trabajo fue el de dirigir y llevar la contabilidad de lo que comenzaba a ser la próspera fábrica de Luvi, así que por el día era contable y por la noche dirigía la escuela y escribía panfletos. Pero, además, y junto a Enrique Amat, levantaron el Sindicato Agrícola y Caja de Ahorros y Préstamos, que por una mala gestión estaba a punto de quebrar. Fue el fundador en el año 1931 y el primer presidente de la Cooperativa Popular de Edificación. Tras estallar la Guerra Civil lo detuvieron en la finca de El Palomaret lo llevaron al Reformatorio de Alicante. En un momento muy convulso lo juzgó un tribunal popular por conspiración contra la República, fue condenado a muerte y lo fusilaron el 17 de octubre de 1936,

En la sesión plenaria del 31 de mayo de 1979, tras la entrada de los ayuntamientos democráticos, el grupo municipal comunista consideró necesario hacer desaparecer los nombres de todas las calles, plazas y avenidas que recordasen la Guerra Civil, proponiendo cambiar su nombre por el de Juan Ramón Jiménez. Sin embargo, esta propuesta no fue aprobada.

En esta vía pública hubo un horno muy popular entre la población: el forn de Sebetes. Lo construyó Juan Bautista Rico, molinero y propietario del Molí del Barranquet, situado en la partida del Chopo. El horno, regenteado por sus hijos Salvador, Víctor, Vicente y Filomena, comenzó a funcionar a finales del siglo XIX o principios del XX. Al lado estaba la carnicería de Francisco Laliga Ventura. Destaca, en el n.º 1, una casa construida en el siglo XIX que fue vivienda de Gabriel Payá Payá el Moro (1831-1905), alcalde de la villa, quien la reformó en el año 1890, según reza una inscripción en la claraboya. En la puerta de esta casa todavía hoy campean sus iniciales entrelazadas. También estaba la botica del farmacéutico Eduardo Picazo Deleito, que sustituyó a Joaquín Vidal Jiménez, que había regentado la farmacia municipal desde 1904 hasta 1923. Picazo falleció en febrero de 1930 y le sucedió José Perseguer. En ella estuvo de dependiente Pedro Álvarez Bo (marido de María la Rocheta). Perseguer, más tarde se trasladó a la calle San Vicente y después lo hizo a la que hoy lleva su nombre: José Perseguer. En el café La Paz, que estaba en la casa de Juan Bautista Navarro el Xolet, había una hornacina en la fachada con la imagen de la Virgen de La Paz. Tenía el estanco Rafael Morán y enfrente del estanco vivía Pepita Verdú la Comare. En esta calle se ubicaban la librería de Casildo Máñez, la tienda de tejidos de Antonio Andreu Tonetla verdulería de Serafín Montesinos, la pescadería de Nicasia y la casa de Antonio Navarro Carraca (librería de Emilio), la de Mª Eugenia la Guitarrona y la de Gabriel Brotons que le da nombre.

El 24 de agosto de 1881, festividad de San Bartolomé Apóstol, fue inaugurada y bendecida la fuente de San Bartolomé o de los cuatro chorros según reza la documentación de la época, en la que conocemos popularmente como la placeta de Vera ya que en las misma tuvo Luis Vera un comercio de tejidos. En el año 1934 contaba solamente con dos caños y en 1950 fue trasladada a la plaça de Dalt.

FUENTE: https://www.valledeelda.com/blogs/cronicas-de-petrer/38851-de-calle-del-meson-a-gabriel-brotons.html

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