POR JOSÉ ANTONIO AGÚNDEZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MALPARTIDA DE CÁCERES (CÁCERES)
No sé si serán papas a deshora, pero lo prometido es deuda. Faltaba la crónica de la “fiesta nacional” malpartideña, La Pedida de la Patatera 2024, y aquí está, a una semana vista de haber pasado. Como se pronosticaba, fue una celebración masiva que reunió a un inmenso gentío, siendo -según fuentes oficiales- más de 10.000 personas las que asistieron para gozar en vivo y en directo de un festejo que cumple el octavo año de su declaración como Fiesta de Interés Gastronómico Regional. Nuevamente, la disposición oficial de hacer del Martes de Carnaval festivo regional animó y mucho tanto a propios como a extraños a acercarse a Malpartida y participar de la diversión, sumándose gentes venidas de toda la región así como de múltiples zonas del país, lo que da idea de la proyección que está alcanzando nuestra fiesta. Y nadie queda defraudado, al menos eso es lo que refieren muchas personas con las que pudimos hablar. Se disfruta de un ambiente de sana alegría, se recibe una espléndida y generosa acogida por parte de los lugareños y se paladea un producto extraordinario como es la patatera junto a otras ricas viandas compartidas con jóvenes y mayores, pues es la Pedida una celebración intergeneracional donde no hay edad; “es el día en que todos somos jóvenes y todos malpartideños”. También nos sigue pareciendo buena la idea, en aras de la seguridad, de descongestionar la Plaza Mayor trasladando a las inmediaciones de la piscina municipal a una parte del público juvenil. Y es que los preparativos de fiesta tan mayúscula requieren de una coordinación y organización en el que intervienen más de un centenar de personas lideradas por el Ayuntamiento en colaboración con otras instituciones. En el dispositivo de vigilancia, seguridad y protección intervino la Guardia Civil, que dispuso de agentes de tráfico, patrullas rurales y USECIC; también la policía local que contó con refuerzos y la contratación de seguridad privada; la asistencia sanitaria estuvo a cargo de la Asociación DYA con unos 25 miembros, tres ambulancias y puesto de primeros auxilios; unidades a las que se sumó buena parte de la plantilla de empleados municipales que participaron en la logística y limpieza. La falta casi absoluta de incidentes a lo largo de la jornada refleja que el dispositivo funcionó, por lo que es necesario agradecer a todos los ediles, agentes y servidores públicos participantes el trabajo desarrollado.
También estuvo muy concurrida la recepción de autoridades en el Ayuntamiento previa al pasacalle: junto a nuestros representantes municipales acudieron la Consejera de Agricultura, alcaldes y concejales de diversos pueblos como Alcántara, Arroyo de la Luz, Casar de Cáceres, Piedras Albas y de Cáceres capital, los secretarios generales malpartideños de la Junta de Extremadura, responsables y miembros de la Guardia Civil y Policía Municipal, nuestro juez de paz y los cronistas de Cáceres Santos Benítez y de esta villa con sus esposas, miembros de la Cofradía Extremeña de Gastronomía, el Presidente de la Asociación Amigos de la Patatera, además de periodistas y fotógrafos de varios medios de comunicación. Todos a la espera de ver una Plaza Mayor llena hasta la bandera formando una estampa multicolor inigualable. Los grupos de “patateros” arremolinados alrededor de sus cada vez más y mejor elaborados carros guardaban una alegría contenida que estalló tras el breve pregón del Alcalde cerrado con la consabida frase “la vida son cuatro días y uno de ellos la Patatera”, el chupinazo, la música de las cuatro charangas invitadas y la granizadas de confetis que casi sepultan al respetable. Y reinando ya el regocijo, el humor, el baile, el buen comer y beber se inició el larguísimo pasacalle popular con las acostumbradas paradas en las que se saluda a propios y extraños, se comparten viandas y se reponen el estómago y el espíritu. Al finalizar el recorrido, llegados a la Plaza de los Arcos de Santa Ana como viene siendo costumbre, el alcalde y los ediles se emplearon a fondo en saludas y en el reparto de pan y patatera a todos los que quisieron acercarse a retirarlos, pues hasta 2600 raciones había preparadas. Luego, el jolgorio continuó con el mismo contento y hasta que el cuerpo aguantó en la discoteca móvil situada en la zona de la piscina para lo más jóvenes y en la carpa montada en la Plaza Mayor. El tiempo, aunque hubo amagos de lluvia, respetó la tradición y dejó la fiesta en paz. Sólo una crítica o tal vez, sólo un comentario: algunos foráneos preguntaban por lo raro que resulta que el día de la Patatera no haya ningún establecimiento o puesto en la localidad donde pueda adquirirse el producto y mira que había demanda para ello. Tal vez sea bueno para años venideros plantearse cómo solucionar esta carencia.
Para terminar, el cronista que esto escribe sigue en sus trece: aprovechar la función para divertirse como todos y, a la vez, mostrar a los jóvenes y evocar a los que ya peinan canas aquellos oficios antiguos extinguidos o en vías de estarlo. Ya ejerció en otras Pedidas de tripero, escobero, saborero, caramelero, etc., etc. y este año de “recovera”. ¿Qué era una recovera? Pues aquella persona que se dedicaba a la recova, esto es, a la compra de huevos y gallinas para luego revenderlos. Con este atuendo quiso hacer homenaje a la mujer malpartideña que hace justamente un siglo fuera retratada por el artista cacereño Juan Caldera en nuestra Plaza Mayor. Con este gesto no hacía sino un guiño al Periódico Extremadura que en la gala sucedida el lunes había recibido el galardón de la Patatera Popular 2024. Una publicación que es decana de la prensa extremeña, que nos ha acompañado toda la vida y que celebró también el pasado 2023 su centenario, igual que “la Huevera” malpartideña pintada por Juanito Caldera, que fue además portada de la guía telefónica de la provincia de Cáceres en 1983. Además, otra coincidencia: una de las primeras crónicas sobre arte que el Extremadura publicó en el mes de su creación -abril de 1923- estuvo dedicada a la exposición de pinturas de Caldera en la que se mostraba por primera vez este magnífico cuadro que puede verse hoy en el Museo Pedrilla de la ciudad de Cáceres y que pongo por deberes: hay que ir a visitar. En fin, que allá estuvimos, personificando a la anciana malpartideña centenaria, con su cesta de huevos bajo el brazo, pregonando por esas calles de dios su mercancía e intentando conseguir algunos cuartos con los que alimentar a su familia. El pasmo fue que entre las muchas personas que saludamos y quisieron hacerse fotos con esta huevera, coincidió la inesperada casualidad que lo hiciese incluso un nieto del propio pintor, que disfrutaba de la fiesta y que se alegró muchísimo al saber de este pequeño homenaje a su abuelo Juan. En fin, que no faltaron huevos para hacer la exquisita tortilla de la Pedida de la Patatera 2024, tortilla que todos disfrutamos, especialmente con el grupo de amigos de toda la vida, y que nos dejó contentos, satisfechos y con un extraordinario sabor de boca. Ya a por la de 2025. Quedáis invitados.
Para terminar, el Miércoles de Ceniza, este año fiesta local, tuvo lugar el tradicional Entierro de la Sardina. El desfile no fue tan masivo como otras ocasiones pues probablemente no superarían las diez las agrupaciones y comparsas que pasearon su sardina camino del crematorio. De destacar, la del Club la Paz de la Tercera Edad, a la que se le otorgó el primer premio, de tanto como la lloraron. Finalizó la fiesta con la quema de una colección de fuegos artificiales y el reparto de pan y sardinas para todo el que quiso. Y así, de esta manera, entramos en la penitencial Cuaresma. No obstante, tranquilos, que el tiempo pasa rápido y “ya se va el Carnaval por la Norilla y viene la Semana Santa por la Zafrilla”.