POR JOSÉ SALVADOR MURGUI SORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA).
El día cuatro de octubre se celebra la fiesta de San Francisco de Asís, un excelente motivo para visitar el Monasterio Franciscano de Santo Espíritu del Monte y encontrarte no solo con los Padres Franciscanos, sino con esa multitud de amigos que cada año y cada celebración acudimos puntuales a la cita.
Este año, sin diferentes paneles explicativos en las columnas de la iglesia que nos hablan de la vida de San Francisco y de una forma clara y sencilla nos lo explicó el Padre Guardián: Fernando Hueso en la homilía de la santa misa.
2023-2026 -Un Centenario articulado y celebre en varios centenarios.
La Regla de San Francisco fue aprobada por el Papa Honorio III con la Bula Solet Annuere, del 29 de noviembre de 1223.
«La Regla y Vida de los Hermanos Menores es ésta: guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo viviendo en obediencla, sin nada propio y en castidad. El hermano Francisco promete obediencia y reverencia al señor Papa Honorio y a sus sucesores”.
Llamamos Regla de San Francisco al documento aprobado por el Papa Honorio III con la Bula Solet Annuere, del 29 de noviembre de 1223, hace ahora 800 años.
1223-2023 EL BELEN DE GRECCIO.
Unos quince días antes de la Navidad del Señor del año 1223, Francisco hizo llamar a su amigo Juan Velita, señor de Greccio, con la siguiente encomienda: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno”.
Tomás de Celano, primer biógrafo de san Francisco, nos lo cuenta como si de un testigo presencial se tratara: “Muchas veces, al querer mencionar a Cristo Jesús, encendido en amor, le dice «el Niño de Bethleem», y, pronunciando «Bethleem» como oveja que bala, su boca se llena de voz; más aún de tierna afección”.
1225-2025 CÁNTICO DE LAS CRIATURAS.
“¡Loado mi Señor.
Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor los males corporales y la tribulación ¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: iloado, mi Señor!”
“IMPRESIÓN DE LAS LLAGAS”.
Las antiguas biografias nos cuentan que san Francisco de Asis, tras un intenso periodo de actividad apostólica, se retirò a una montaña llamada el Alvera para realizar una cuaresma de ayuno y oración en honor a San Miguel, como era su costumbre.
Precisamente en este contexto de silencio y oración, el 14 de septiembre de 1224, san Francisco tuvo la visión de Cristo crucificado que imprimió sus llegas en el cuerpo de Francisco.
CELEBRACIÓN DEL TRÁNSITO DE SAN FRANCISCO.
«Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal». Caía la tarde del día 3 de octubre de 1226.
Puesto desnudo sobre la desnuda tierra, despojado de la túnica de saco, volvió el rostro al cielo y dijo a los hermanos: “He concluido mi tarea; Cristo os enseñe la vuestra».
Los pocos días que faltaban para su tránsito los empleó en la alabanza, pronunciando el salmo 141 «Clamé al Señor con mi voz, con mi voz supliqué al Señor» e invitando a sus hermanos y a todas las criaturas a alabar a Dios.
Llegó por fin la hora y, cumplidos en él todos los misterios de Cristo, voló felizmente a Dios.
De una forma sencilla esta carteleria nos habla de los momentos de la vida del santo. De ahí el título de la crónica, es una buena ocasión para visitar este monasterio desde cualquier lugar de la geografía valenciana, pues esta rodeado de frondosa naturaleza y profunda historia ya que fue fundado por Maria de Luna, esposa de Martin I de Aragón con motivo de la pacificación de Sicilia.
Donó los terrenos para el monasterio Jaumeta de Poblet, viuda de Pedro Guillermo Catalán, señor de Gilet, que heredó la propiedad junto con su hija Juana, confirmando esta donación el Papa Benedicto XIII en el año 1403.
Cuenta el monasterio con una sencilla y moderna hospedería que atiende al visitante que quiere que encontrar paz y serenidad, sin olvidar la cocina que ofrece el familiar Padre Ángel, que nos ilustra en diferentes televisiones y libros de recetas de cocina, con exquisitos menús cargados de variada y sencilla riqueza gastronómica.
Siempre es un buen momento visitar el Monasterio de Santo Espíritu de Gilet.