TÍTULO DEL ARTÍCULO ESCRITO POR FRANCISCO RIVERA, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
Monasterio de Guadalupe, 25 de septiembre de 2007
“La tradición no se puede heredar y el que la quiere la tiene que conquistar”
Thomas S. Eliot
Según la leyenda del pueblo “Mejor que conde o duque, ser fraile en el monasterio de Guadalupe”, pero según los historiadores más reconocidos, es verdad que el convento tenía numerosos bienes terrenales, pero reinaba la virtud de la templanza para dar ejemplo. Los alimentos que tomaban los monjes a lo largo de los siglos han sido siempre elementos propios, cultivados por ellos mismos en sus huertas (legumbres, garbanzos, judías y lentejas), así como carnes rojas, aves y pescado que conservaban en el pozo de las nieves que se encuentra en la zona de las Villuercas y que hoy es un atractivo turístico más de la zona.
Bien es verdad que toda Extremadura tiene excelentes productos gastronómicos, elementos imprescindibles para una buena mesa. La historia se ha encargado de reconocerlo, como es el caso de la requisa de los libros de las cocinas de los conventos, especialmente en el conventual de San Benito de Alcántara por las tropas francesas del general Jean Junot, Duque de Abrantes, que conforman hoy buena parte de la cocina gala y cuyos recetarios se encuentran en la Biblioteca Nacional de París.
VISIÓN DE LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA
Hace años, Turespaña, la Dirección General de Turismo de España, patrocinó un estudio sobre turismo cultural y el turismo gastronómico. Si se analiza la Marca España y se señalan los aspectos positivos y negativos de la imagen que se tiene de nuestro país en el extranjero contrastando datos con el resto de los países, se puede ver que España tiene “una personalidad arrolladora, pero no sólo hay que ofrecer un buen producto, sino también una buena estrategia”. Al fin y al cabo, la gastronomía forma parte del entramado cultural de un pueblo y por ende del turismo cultural.
Durante años, España que está valorada como un país de gran atractivo turístico (segundo país más turístico después de Francia y con más ingresos que la nación vecina, sólo superada por los Estados Unidos), los ciudadanos nos veían como un país de gran oferta cultural, pero muy por debajo en temas gastronómicos.
España está por detrás de Italia, Francia y Grecia en la mente de los turistas –en lo que se denomina en marketing “top mind”- que hacen turismo cultural, cuando somos el segundo país con más monumentos después de Italia y muy por encima de Francia o Grecia.
En el caso concreto de la gastronomía, el reconocimiento de los turistas que nos visitan es del sólo un 27,4%, muy por debajo de Francia (73%), o de Italia (69 %), verdaderos destinos de riqueza gastronómica.
RUTAS TURÍSTICAS GASTRONÓMICAS
Hay que buscar en la tradición el origen de la cocina del siglo XXI. Uno de los grandes maestros con más autoridad en la cocina española, Juan Mari Arzak dijo en una clase universitaria lo siguiente:
“Veamos un poco cómo podrá ser la cocina del futuro. ¿Cómo está hoy la cocina? Veamos que ha sufrido una evolución, que se come mejor que antes, que se bebe mejor que antes. Esto es indudable. También en el pasado se cocinaba, peor hoy se cocina todavía mejor; los jóvenes están mejor preparados, estudian en las escuelas y adquieren una preparación y unas capacidades que nosotros mismos no tenemos aún.
Yo soy muy optimista y confío mucho en los jóvenes de 25 ó 30 años.
En mi restaurante están llenos de curiosidad, ansiosos por saber y aprender. Hacen preguntas que nadie me ha formulado nunca. Pero ¿cómo será la cocina del futuro? La materia prima es muy importante, hay que luchar para tenerla y mantenerla.
Pero es importante también la creatividad, que nace de la experiencia, pero también de la curiosidad por conocer codas nuevas, la cocina de otros países, de las diferentes costumbres culinarias. Pero cuidado con abandonar la tradición, esa que nos corre por las venas. Soy contrario a la internacionalización de la cocina, a su estandarización:
Comer todos de la misma manera es traicionar las tradiciones, el folclore y la cultura”.
Un ejemplo concreto lo tenemos en la ya tradicional “Fiesta de la Tenca” que tuvimos el honor de crear sólo cuatro personas una noche en el Festival del Teatro de Alcántara. Con ello se pretendían dos cosas: dar a conocer el pez como un producto gastronómico regional y conseguir reunir hasta más de 10.000 personas a finales de agosto que es cuando se celebra la fiesta. Doce años más tarde de su creación, fue declarada por el gobierno regional Fiesta de Interés Turístico Gastronómico. Esta catalogación se consiguió el año 2001 cuando se celebró por segunda vez en la villa cacereña de Las Brozas, cercana a Alcántara, y fue cuando se le impuso al Tenca de Oro al cantante hispano israelí, David Broza, cuya familia judía es originaria de este lugar.
DOS NOTICIAS GASTRONÓMICAS
La primera noticia cuenta que el 18 de septiembre de 2007 se creó en Lyon la Red Mundial de Ciudades Gastronómicas o gourmet. Los objetivos de esta asociación internacional y sin ánimo de lucro son. Fomentar la cultura culinaria, promover el espíritu de la buena mesa de nuestras ciudades y estimular los intercambios personales (chefs, profesores y aprendices). Se quiere también promover las tradiciones culinarias, gastronómicas y las especialidades de las ciudades asociadas, lo que lleva a Madrid a pertenecer al club de las ciudades de vanguardia del siglo XXI. Al fin y al cabo en la capital se celebra un evento mundial, como es el caso de Madridfusión.
Y bajando un peldaño me encuentro con otra noticia de gran interés para esta comarca: La Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Extremadura (AETUREX) está desarrollando un proyecto de turismo rural y comercialización de la gastronomía extremeña mediante la creación de redes interempresariales de cooperación. Con esta iniciativa se pretende acercar la gastronomía de las comarcas a los turistas a través del turismo rural.
CONCLUSIONES
Quiero aportar una serie de conclusiones que puedan servir como base de discusión o sugerencias que sirva para renovar la gastronomía extremeña.
1.- Difusión de la cocina monacal.
2.- Organizar unas jornadas, con concurso, de gastronomía monástica.
3.- Publicación de un libro de recetas.
4.- Conseguir que los restaurantes de la comarca y de la región brinden a sus clientes platos históricos adecuados a los sabores actuales.
5.- Crear rutas turísticas regionales de carácter gastronómico.
Fuente: Apetex, octubre de 2007. Año IV. Número 46