POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Cuéntase que antaño fue un Inspector de Enseñanza Primaria a pasar visita a una escuela de pueblo. Era costumbre que en esas visitas se hicieran preguntas al alumnado para valorar su «grado de conocimientos».

Pregunta del Inspector a un niño con cara de espabilado: ¿Cuál es la unidad de moneda en España?

¿Conoces sus múltiplos y divisores?

Respuesta: La unidad es la Peseta. Los divisores son la «perrina», la «perrona» y el «rial». Los múltiplos son billetes de 5 pesetes, que llamen «duros», de 25 y 50 pesetes y DICEN que los hay de 100 pesetes, pero yo nunca los vi.

Como el EURO con su modernidad «eclipsó» el recuerdo de aquellas monedas, permítanme un repaso de sus equivalencias:

1 perrina eran 5 céntimos de peseta.

20 perrines = 1 peseta

1 perrona eran 10 cts. de peseta.

10 perrones = 1 peseta

1 real («rial») eran 25 cts. de peseta.

4 reales = 1 peseta

5 pesetas = 20 reales; 25 PTA = 100 reales

Una peseta, en aquellos tiempos, «daba para mucho». En la tienda colunguesa de Dolores Frade «la Muyerina», que después pasó a su hijo Adolfo «el Muyerín», una barra pequeña de regaliz costaba 1 perrina y si era grande, 1 perrona; un «rial » de revoltijo era un paquetín con peladillas, uvas pasas, caramelinos de anís (que en Gijón llamaban «de la gochona»), avellanas, galletinas… Y con «dos riales» se compraban unos paquetinos de PEDOS DE MONJA que eran una delicia de dulzor.

Y hablando «de cosas mayores», recordemos que una buena vaca en producción de leche se compraba por un precio entre 500 y 1 000 reales (125 PTA-250 PTA).

Volvamos a los PEDOS DE MONJA.

Nosotros llamábamos así a unas galletas pequeñas con forma de tetilla recubiertas de un baño blanco.

Sin embargo, Ángel Muro en «Diccionario de Cocina» (siglo XIX), refiere este dulce como «de la familia de buñuelos de viento muy chiquitos y muy suaves».

¡Vaya!

Como escribió Saint Evremond en el siglo XVIII, citado en «L´art de peter» (siglo XIX), viene a ser un «suspiro de deseo como un pedo de suave, dulce y musical ventosidad».