POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuéntase que Florencia , cuna de Cosme de Medici «el Viejo» (1389-1464) fundador de la famosa dinastía de los Medici , tan influyente en la Italia renacentista, es la «patria» de , como su nombre indica, las FLORENTINAS ; que no son una mozas guapas al estilo Gina Lollobrigida o Sophía Loren , que eran los sex-simbols de mi juventud, sino de unas galletas más bien delgadas (de poco grosor) , crujientes, elaboradas con almendra picada en fino, ralladura de piel de naranja, frutas confitadas, clara de huevo y azúcar.
Cuéntase también que esta confitura pasó a Francia durante el reinado de Louis XIV el «Rey Sol», casado en primeras nupcias con la infanta española María Teresa de Austria, hija de nuestro rey Felipe IV. Esta infanta, después reina, fue la que puso de moda en la corte gala la tortilla (cuajada en aceite) de huevos batidos ; tortilla que, retornada a España, se dio en llamarla TORTILLA A LA FRANCESA.
Bueno, pues la tal infanta, además de gustosa de las tortillas, era gran aficionada al chocolate; tanto que los historiadores de la corte narraban que tenía la dentadura negra de tanto comer ese manjar. En base a esta afición regia se dice que fue aquí, en la corte de Francia y en honor de su reina, cuando se añadió a las florentinas una ligera capa de chocolate en su base.
Ignoro si esta historieta es cierta o fabulada; pero de lo que no cabe duda alguna es que las FLORENTINAS se extendieron rápidamente por todas las mesas nobles de Europa y, con el paso del tiempo, la cosa pasó de la nobleza al pueblo.
Y de la corte versallesca…a OVIEDO. Aquí, en la capital del Principado, en el año 1926, en la entonces Confitería Royalti y hoy Rialto, casi frente al edificio de la vieja Universidad, surgen unas «florentinas a lo asturiano» (esto lo acabo de inventar ahora) a las que su creador bautizó con el nombre de MOSCOVITAS. Dulcería ovetense por excelencia cuya fama trasciende al universo mundo.
Pasan los años y en la década de 1950-1960, en la también ovetense Confitería La Mallorquina, florecen nuevas ramas al amor del tronco de las florentinas: son las exquisitas MALLORQUINAS.
El árbol italiano sigue creciendo. Florencia, París, Oviedo y en este ya bien entrado siglo XXI, un nuevo retoño que toma el nombre de CASINITAS. Nace de la experiencia e iniciativa empresarial de la CONFITERIA CASINO, establecida en Cornellana (Salas-Asturias) y dirigida con maestría por doña ANA MENENDEZ.
¿Cómo se elaboran estas sabrosísimas y tentadoras galletitas?
¡Ay, amigos!. Ni lo se ni lo sabré jamás. Es secreto de confesión. Pero si se deciden, pueden seguir esta fórmula:
Amasen muy bien unos 150 g de almendra marcona picada muy fina con una clara de huevo, 80 g de azúcar, un poco de harina de trigo (muy poco) y ralladura de piel de naranja junto con pequeños trocitos de frutas confitadas. Hagan unas galletitas delgadas y horneen hasta dorar.
Tengan unos 200 g de chocolate negro derretido y dispongan sobre el mármol unos circulitos muy delgados del tamaño de la base de las galletas. Coloquen sobre ellos las galletas y dejen enfriar.
¡Ah! ¿Qué no les salen?
No hay problema: En Oviedo venden MOSCOVITAS (Rialto), MALLORQUINAS (La Mallorquina) y en Salas, CASINITAS
Y recuerden que la TORTILLA A LA FRANCESA es ¡¡¡ESPAÑOLA!!!